¿Era tan insólito que a partir de un par de amistosos con más valor económico para la AFA que para el futuro de la Selección estallaran todas las contradicciones a que nos tiene acostumbrados el fútbol argentino?
Si los dirigentes de los clubes contratan entrenadores que se convierten en fusibles ante un puñado de malos resultados, ¿por qué la máxima autoridad, Julio Grondona en este caso, iba a respaldar a Sergio Batista tras el papelón de Abuja?
El combinado Sub 25, algo así como una segunda alternativa al equipo que jugará la Copa América, y que sólo contará con dos representantes (Pablo Zabaleta y Ezequiel Garay) en el torneo que se disputará desde el mes que viene en la Argentina, regaló «prestigio» ante Nigeria, de acuerdo a la acusación del presidente de la AFA.
Se excusó en que fue el entrenador el que pidió los amistosos y no se hizo cargo de los contratos firmados con la empresa organizadora, como si este presente, en definitiva, no fuera una mera repetición del ciclo Maradona, quien llegó a convocar 108 jugadores en un año y medio (¿a cuántos citará «Checho» en lo que dure su mandato, siempre bajo el argumento de que hay que «probarlos a todos»?).
El derrotero de la Selección prosiguió hoy en Varsovia, donde el equipo nacional cayó por 2 a 1 producto de otra actuación deslucida. Sin dar nombres, Matías Almeyda graficaba días atrás: «Últimamente la camiseta de la Selección es muy fácil de usar». En el partido de esta tarde debutaron cuatro futbolistas: Marco Ruben, Jonathan Cristaldo, Pablo Piatti y Mauro Formica.
Cuando comenzaban a calmarse las aguas por las denuncias retroactivas de Diego Maradona y por la misteriosa resolución del caso Tevez, que deparó tantas alegrías para los hinchas de la albiceleste como desprestigio para Batista y su falta de claridad, los dos partidos menos pensados volvieron a instalar un clima de guerra en el seno de la Selección. Que no tiene paz y regala papelones… en todos los frentes.
Fuente: Infobae
