Una cría de delfín murió como consecuencia de la imprudencia de decenas de turistas que querían fotografiarse junto a él cuando lo vieron varado en una playa de Almería, España. En Mojácar, un grupo de adultos y niños se acercaron al pequeño cetáceo y les pareció divertido comenzar a tocarlo y tomarse selfies con él, mientras sufría.
Lo que provocó la muerte del animal no fue solo el maltrato y el estrés al que fue sometido, sino, también, a que le taparon con las manos el espiráculo, el orificio dorsal por donde respiran.
Personal de Equinac, una organización que se dedica al rescate y cuidado de la fauna marina en España, llegó quince minutos después del llamado de urgencia, y cuando el delfín ya estaba muerto. «El animal estuvo sometido a los curiosos que querían fotografiarlo y tocarlo, y eso está confirmado por el coordinador de los socorristas», señalaron en un comunicado.
«Los cetáceos son muy susceptibles al estrés y su manipulación, el agolparse sobre ellos para hacerle fotos y tocarlos les causa un shock muy fuerte que acelera, en gran medida, un fallo cardiorrespiratorio, que fue lo que finalmente ocurrió», indicaron desde esa organización.
El hecho indignó a la opinión pública de España. Los mensajes se multiplicaron en las redes sociales condenando la conducta de los turistas que se agolparon sobre el pequeño delfín.
«Nos hemos convertido en engendros que vamos en busca de la foto del verano», fue uno de los comentarios que se registraron en el perfil de Facebook de Equinac. Otro: «A esta gentuza, ¿se la denuncia?».
Desde la organización recordaron además que «estos animales están altamente protegidos: molestarlos, dañarlos, manipularlos y acosarlos está prohibido por ley». Además, instaron a la población a dar aviso a las autoridades de inmediato cuando vean un cetáceo o una tortuga varada.