Se espera que la sesión dure unas 20 horas y fue iniciada por el presidente del Senado, Renán Calheiros, quien entregó la dirección del trámite al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, garante constitucional del proceso y corresponsable de la fase final del juicio político.
«El Senado se reúne para adoptar una de las mas graves decisiones que la Constitución le encomienda, como es la posible destitución de una presidenta», declaró Lewandowski al abrir la sesión.
El presidente del máximo tribunal subrayó la «delicada incumbencia» del caso y también que los senadores deberán actuar como «jueces», con «plena independencia», según sus «propias conciencias y las normas constitucionales», y despojados de «pasiones políticas».
En la maratónica sesión el pleno del Senado votará un informe que recomienda la destitución de Rousseff, acusada de maniobras que alteraron los presupuestos y de otras irregularidades fiscales, como la contratación de créditos para el Gobierno con la banca pública, lo cual está prohibido por las leyes brasileñas.
A lo largo de la sesión será leído el informe del relator del caso, el senador Antonio Anastasia, que recomienda la destitución, y serán analizadas las posibles apelaciones que pueda presentar la defensa de Rousseff, precisó la agencia EFE.
Posteriormente, cada uno de los 81 senadores tendrá 10 minutos para exponer su posición, lo cual ya garantiza cerca de 14 horas de debates, y finalmente tanto la acusación como la parte acusadora dispondrán cada una de media hora para dirigirse al pleno.
Para que el informe que recomienda la destitución de Rousseff sea aprobado y el proceso avance a su última fase, en esta sesión será necesaria una mayoría simple entre los senadores presentes, que en caso de plena asistencia supondría 41 votos.
Si fuera así, el proceso de impeachment llegará a su fase definitiva, en la que el pleno del Senado deberá volver a pronunciarse en una última votación, en la que la mandataria será despojada del mandato si así lo decide una mayoría calificada de 54 votos (dos tercios).
Esa sesión sería convocada para fines de este mes y, en caso de llegarse a la destitución, el mandato que vence el 1 de enero de 2019 será completado por Michel Temer, quien desde el pasado 12 de mayo sustituye a Rousseff en forma interina, al menos hasta que concluya el proceso.
Sin embargo, si Rousseff fuera absuelta, recuperará el poder y Temer deberá volver a ocupar la Vicepresidencia, aunque su abierta enemistad con la mandataria, que lo acusa de «golpista», puede llevar a su renuncia.
Fuente: Telam