Cuando irrumpió allá a fines de los años 90 en peñas y guitarreadas, se hacía llamar Sergio Galleguillo y Los Amigos. Así se consagraron en el festival en 2002, aunque con los la propuesta terminó desembocando en un proyecto solista. En la tercera luna de este Cosquín 2019 la fórmula fue Galleguillo y sus amigos, ya que el cantor riojano cerró la jornada con un extenso show en el que propuso una seguidilla de invitados en un espectáculo al que llamó «Febreros», en clara alusión al mes más carnavalero.
En la previa ya había clima de carnaval, después del calor agobiante durante toda la jornada que preanunciaba la celebración. Un marco ideal, aunque tal vez con menos público del esperado, ya que la plaza lucía alrededor de un 70 por ciento de ocupación, la menor convocatoria hasta aquí. Cerca de las dos y media, se largó la fiesta chayera siempre tan contagiosa y efectiva. De arranque nomás la plaza se tiñó de blanco con la harina que voló por los aires y sobre todo por la gran cantidad de nieve loca que está vez pareció no molestarle a nadie y hasta sirvió de alivio en una noche tan cálida.
Además de repasar su clásico repertorio y hasta mostrar algún estreno, Galleguillo se dio el gusto de invitar a algunos artistas «que se merecen este lugar» según sus propias palabras. «En su momento Los Nocheros me dieron la oportunidad y ahora yo quiero hacer lo mismo», anunció antes de presentar al primer convidado: el catamarqueño Emilio Morales.
En medio del bloque más romántico, presentó el nuevo tema que grabó con el Chaqueño Palavecino. «Nos quedamos cuatro días en su casa… ¡Y nos comimos todo! En medio de eso grabamos una zamba dedicada a Salta, porque tengo mucha raíces de allí», explicó.
Las invitaciones siguieron con Los Caldenes, el grupo pampeano con el que interpretaron Mariposa triste de Daniel Toro, y luego su coterranea Camila Molina, oriunda de Chamical, que lo acompañó en Chayita del vidalero del gran compostior riojano Ramón Navarro.
Un invitado denunciado
Cierto revuelo y repudio, sobre todo en redes sociales, generó la presencia del «Duende» Garnica, a quien Galleguillo presentó como alguien que le «enseñó mucho» y lo «salvó de las adicciones». Un rato antes, el riojano había sido consultado por la presencia del autor de la chacarera de El olvidao, quien registra varias denuncias judiciales en su contra por casos de abuso sexual y violencia de género. Es más, ya ha sido escrachado en algunas oportunidades por colectivos de mujeres y otras artistas, lo que desencadenó que no pueda ingresar a diferentes encuentros y peñas por sus repudiables actitudes.
«Habrá que esperar que se expida la justicia, el Duende tuvo problemas con las adicciones y yo he decidido apoyarlo por que es un amigo», justificó Galleguillo en la conferencia de prensa ante la pregunta de las colegas de prensa. Por lo pronto, Garnica también está anunciado en la fiesta chayera que el riojano encabezará este miércoles en Santa María de Punilla. Habrá que ver que sucede de aquí en más.
La presentación tuvo más invitados (como el santafesino Coty Hernández con quien cantó la Zamba para olvidar, a esta altura absolutamente trillada) y un final a pura fiesta. Pero con la presencia del «Duende» Garnica una sensación muy rara quedó flotando en el aire.
ANDRÉS FUNDUNKLIAN/La Voz