Las elecciones pasaron hace diez días y su nombre no está anotado entre los dos finalistas que irán al ballotage del 22 de noviembre. Sin embargo la agenda de Sergio Massa se parece mucho a la de un candidato.
El líder del Frente Renovador fue invitado a exponer ante empresarios por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), organismo que nuclea a algunas de las compañías y cámaras empresarias más poderosas del país. Durante su discurso, hizo hincapié en que el próximo presidente «no puede ser elegido en base al miedo, la impunidad o a la pérdida de derechos».
La frase retumbó de una forma especial en momentos donde el kirchnerismo es acusado desde la oposición de querer instalar una campaña sucia contra el postulante de Cambiemos, Mauricio Macri. El propio Daniel Scioli pareció sumarse este miércoles a esa tónica cuando puso en duda el futuro de científicos e investigadores bajo un gobierno del PRO.
Massa llegó al Hotel Alvear acompañado por los economistas Ricardo Delgado, Aldo Pignanelli y Guillermo Nielsen, además de Daniel Arroyo, quien es mencionado como posible ministro de Desarrollo Social de Vidal o de un eventual gobierno de Scioli.
El diputado nacional que terminó tercero en las elecciones generales del 25 de octubre se comprometió a «ser garante de la gobernabilidad» y a trabajar para no permitir que «los poderes residuales intenten extorsionar al próximo presidente». Entre las personas que escuchan su discurso se encuentra el embajador de los Estados Unidos en Buenos Aires, Noah Mamet.
Massa comparte la mesa con Eduardo Eurnekian, Jorge Brito, Manuel Ribeiro, Estrany Gendre, Juan Chediak, Luis Etchevehere, Kaufmann Brea, Adrián Werthein, Alejandro Bulgheroni y Adelmo Gabbi.
En tanto, Mamet está junto al embajador japonés en la Argentina, Noriteru Fukushima y los economistas Martín Redrado y Guillermo Nielsen. Los embajadores de China y Brasil, Yang Wanming y Everton Vieira Vargas, comparten mesa con Aldo Pignanelli, Ricardo Delgado y José Luis Manzano.
Massa regresó ayer de Brasil, donde descansó algunos días junto a su esposa, Malena Galmarini. Apenas bajó del avión se subió a otro para viajar junto a su aliado político José Manuel de la Sota a Córdoba. En la cumbre que encabezó en el hotel Hilton antes de irse de vacaciones, el ex intendente de Tigre llamó a que los dos candidatos presidenciales tomen las propuestas de UNA si quieren atraer el respaldo de sus votantes. Aunque se negó a darle su apoyo alguno de los dos postulantes, su pedido para que no gane Scioli dejó poco lugar a dudas.