El llegada del nuevo Gobierno ha significado para la jueza María Romilda Servini mucho más que un cambio de administración política.
La funcionaria judicial destacó una diferencia significativa que observa desde que el kirchnerismo dejó el poder: «Hoy nadie se acerca, nadie toca la puerta y podemos investigar tranquilos. Ya no vienen a presionar».
La magistrada recordó así un tiempo difícil para la Justicia: «Nosotros trabajamos igual que antes, nada más que hay causas importantes que antes no caían porque siempre iban a otro juzgado».
En ese sentido, Servini recordó cuando hace unos años, harta de que los casos relevantes fueran siempre a manos de otros magistrados, bromeaba con su categoría: «En ese momento yo decía, ‘soy juez de paz con competencia electoral’, porque sólo me tocaban exhortos».
En la extensa entrevista que le dio a Radio Mitre, Servini se refiriró además a la polémica sobre la excarcelación expressque reciben muchas personas que delinquen, e hizo lugar a la queja de varios funcionarios nacionales: «Es verdad, hay una puerta giratoria para los delincuentes».
«Hay dos problemas: uno es que no hay lugar donde dejarlos detenidos, porque antes teníamos lugar y ahora no: a veces quedan en la alcaidía de Comodoro Py», admitió la magistrada.
El otro motivo que propicia la «puerta giratoria» -enumeró Servini- es la existencia de normas «como la ley de excarcelación, que debería ser reformada».
Además la jueza federal hizo un pedido público para que se dé respuesta a los reclamos que realiza desde hace tiempo, para mejorar las condiciones laborales de su sector: «La Justicia Federal está colapsada, no tenemos espacio y trabajamos en condiciones insalubres».