Tal como se esperaba, Shell se plegó al aumento de combustibles que el martes comenzó YPF. A la medianoche, la petrolera anglo-holandesa también subió los precios entre 3% y 3,5%.
El litro de nafta súper pasó de $ 23,98 a $ 24,68, mientras que la «premium» trepó de $ 27,99 a $ 28,97. El gasoil subió de $ 21,47 a $ 21,80, mientras que la variedad «premium» escaló de $ 23,98 a $ 24,68.
Shell es la segunda empresa en participación de mercado, después de YPF. Oil, la petrolera que fue de Cristóbal López -en proceso de traspaso a un fondo de inversión- fue la que más rápido imitó a YPF. De las marcas importantes, solo Axion -ex Esso- todavía no retocó.
Las consecuencias sobre la inflación de esta modificación todavía no fueron medidas. El Gobierno se había resistido al aumento de enero.
La combinación de un aumento en el precio del petróleo crudo y la devaluación provocaron un incremento en sus costos del 20%, según razonan las empresas.
Este es el segundo aumento en quince días de las petroleras. Desde YPF argumentaron que tuvieron que subir porque el Gobierno no modifica el Impuesto a la Transferencia de Combustibles, una herramienta nueva (se votó a fin de año pasado) que le permite al Poder Ejecutivo subir o bajar el gravamen a medida que se mueven el crudo y el dólar, y así evitar el impacto en los surtidores.
Clarín