Siete embarazadas, 11 bebés y 123 niños al azar en alta mar por pulseada Malta-Italia

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La suerte de 629 migrantes a bordo del «Aquarius», rescatados frente a Libia por una oenegé francesa, seguía dependiendo este lunes de una pulseada entre Malta e Italia, dos países que se niegan a abrir sus puertos a esta embarcación.

«No nos hemos movido desde la noche anterior, la gente empieza a preguntarse por qué nos detuvimos», dijo en Twitter el lunes la periodista Annelise Borges, a bordo del «Aquarius».

Según un tuit de la ONG SOS Méditerranée, «el #Aquarius recibió la instrucción del Centro de Coordinación de Rescates Marítimos Italiano (IMRCC) de mantenerse en ‘stand by’ en su posición actual, a 35 millas náuticas de #Italia y a 27 millas náuticas de #Malta».

En medio de la puja entre ambos países, la agencia de la ONU para los refugiados pidió a Italia y Malta que permitan el desembarco de inmediato de los migrantes en sus puertos.

La agencia dijo en un comunicado que apelaba «a los gobiernos concernidos para permitir el desembarco inmediato de cientos de personas varadas en el Mediterráneo desde el sábado, a bordo de un barco de rescate, el Aquarius», y agregó que las personas en la embarcación «se están quedando sin provisiones».

El ministro del Interior y jefe del partido de extrema derecha la Liga, Matteo Salvini, confirmó el lunes en Twitter que no tenía intención de dar marcha atrás: «Salvar vidas es un deber, convertir a Italia en un gran campo de refugiados, no, Italia ha dejado de agachar la cabeza y obedecer, esta vez HAY ALGUIEN QUE DICE NO», escribió con el hashtag #chiudiamoiporti («cerremoslospuertos).

El ministro reaccionaba a la llegada en la mañana, frente a la costa de Libia, de otro barco fletado por una oenegé alemana, Sea Watch. «Asociación alemana, barco holandés, Malta que no se mueve, Francia que rechaza y a Europa que le da igual, basta», dijo Salvini en la misma red social.

Es la primera vez desde la llegada al poder de la coalición entre la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S, antisistema) que Italia bloquea sus puertos.
Salvini hizo campaña antes de las legislativas prometiendo el cierre de las fronteras a los migrantes, y advirtió que una vez en el Gobierno haría todo lo posible para impedir estos desembarcos.


Desde el rescate de estos migrantes, el sábado en la noche, el barco fletado por la SOS Méditerranée, busca un puerto seguro para desembarcar.
Malta, la pequeña isla del Mediterráneo, confirmó el domingo su rechazo a recibirlos tras un comunicado de Italia que le pedía recibir al «Aquarius».

El primer ministro de Malta Joseph Muscat se entrevistó telefónicamente con el jefe de Gobierno italiano Giuseppe Conte. «Malta actúa en plena conformidad con sus obligaciones internacionales», pero «no recibirá la embarcación en sus puertos», anunció en un comunicado el gobierno de Malta.

Según un comunicado conjunto del ministro italiano del Interior y de su homólogo de Transporte, Danilo Toninelli, «Malta no puede seguir mirando para el otro lado cuando se trata de respetar convenios internacionales precisos sobre la protección de la vida humana».

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó que «hay un imperativo humanitario urgente» en este caso.
Vincent Cochetel, enviado especial de la agencia de la ONU para el Mediterráneo central dijo en un comunicado que «las personas están angustiadas, les faltan provisiones y necesitan ayuda rápidamente».

Los cuestionamientos «sobre quién tiene la responsabilidad y cómo deberían compartirse estas responsabilidades entre los estados deberían tratarse más adelante», dijo.

La Comisión Europea también reclamó una «solución rápida» al «Aquarius» por parte de todas las partes concernidas, para que las personas a bordo «puedan ser desembarcadas con toda seguridad en cuanto sea posible», declaró a la prensa el portavoz del ejecutivo europeo.
Por su lado, Alemania expresó su preocupación por la situación y llamó «a las partes implicadas a asumir su responsabilidad humanitaria», declaró el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert.

Varios puertos italianos, entre ellos los de Nápoles y Palermo en Sicilia, expresaron su disposición a acoger al «Aquarius».
«Si un ministro sin corazón deja morir en el mar a mujeres embarazadas, niños, personas mayores, seres humanos, el puerto de Nápoles está listo para recibirlos», afirmó en Twitter el alcalde de esta gran ciudad del sur de Italia, Luigi de Magistris.
El jefe de gobierno italiano, Giuseppe Conte, anunció que enviaron dos patrulleros a la embarcación con medicinas «listos para intervenir y proteger la salud de toda persona que esté a bordo del ‘Aquarius'».
Italia, que desde 2013 vio desembarcar en sus costas a unos 700.000 migrantes, siente que durante la crisis migratoria la dejaron sola en el manejo de esta situación sin ninguna ayuda de sus socios de la Unión Europea.

Los Andes

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