Este domingo en el Dolby Theatre de Los Ángeles a las 22 (hora argentina) tendrá lugar la 91° edición de los premios Oscar. Uno de los aspectos diferentes que tendrá esta ceremonia es que, por primera vez desde 1989, no tendrá un presentador oficial. Así, no tendremos un monólogo de Jimmy Kimmel ni una selfie que de vuelta al mundo como la que encabezó Ellen DeGeneres en la entrega de 2014.
Las intenciones de llevar a la ceremonia a un modo “low cost” eran más exacerbadas pero apareció un límite. Con la excusa de acortar la extensión de la entrega y subir el rating, la Academia de Cine de Hollywood había anunciado que las categorías “Mejor fotografía”, “Mejor montaje”, “Mejor cortometraje” y “Mejor maquillaje” iban a ser anunciadas durante las tandas comerciales.
La respuesta fue inmediata. Casi cien cineastas, en una lista que incluye a pesos pesados como Martin Scorsese, Quentin Tarantino y Spike Lee, firmaron una carta abierta dirigida a la Academia de Hollywood en la que criticaron la decisión, que finalmente fue retrotraída.
En cuanto a las películas propiamente, la máxima favorita es la mexicana Roma de Alfonso Cuarón. El filme cuenta con 10 nominaciones al igual que La Favorita y, curiosamente, el premio a “Mejor película” será entregado por el mexicano Diego Luna, en los que muchos interpretan como un guiño al largometraje de Cuarón.
Aclamada por la crítica especializada, Roma se caracteriza por el ritmo lento y monótono que presenta durante sus 135 minutos de duración, por lo que gran parte del público la califica abiertamente de “aburrida” y abre así las puertas de una polémica que se empezará a resolver el domingo por la noche.
Fuente: RantingCero
