Mientras los metrodelegados realizan paros todos los días en el subte para pedir reapertura de paritarias, dos de los jefes del gremio viajaron a Roma, desde donde publican fotos de la travesía. “Es algo espiritual, por la discriminación que sufro”, dijo Néstor Segovia al justificar el viaje. El gremialista está acompañado por su par Roberto Pianelli y por el diputado kirchnerista del Parlasur Gabriel Mariotto.
“No me reuní con el Papa, aunque con este rumor que corre en Buenos Aires es probable que se nos caiga el encuentro”, dijo el gremialista, que explicó que es cristiano y que el viaje es “espiritual”. “Fui a rezar a la Iglesia porque tengo problemas de salud”, afirmó.
Segovia junto a Mariotto, y otro sindicalista Roberto Pianelli
Segovia dijo que el pasaje ida y vuelta le costó $ 42 mil, que lo pagará en 15 cuotas con sus propios medios. “No uso la guita del sindicato, no soy vividor de los trabajadores”, afirmó.
El sindicalista explicó que uno de los motivos del viaje es porque sufre discriminación. “Nos maltratan todo el tiempo, no hay paz. Todas estas cosas me hicieron mal, la discriminación por ser gordo, porque me como las zetas … el bombardeo de los medios fue muy tremendo y yo soy muy cristiano. No puedo entender el odio visceral que hay contra los trabajadores”, dijo.
Una selfi en Roma junto a Pianelli y Mariotto.
Expresó además que tomó la decisión de viajar cuando lo encarcelaron el 22 de mayo pasado, junto a otros 15 gremialistas, por resistencia a la autoridad en la estación Las Heras del subte. Explicó que luego habló con otro delegado que le recomendó que fuera a Roma, que trajera rosarios y que, si era posible, que visitara a Francisco. “No quiero usar esto como algo político, es algo espiritual. Es la primera vez en mi vida que hago un viaje”, dijo Segovia en una entrevista a Radio La Red.
Los metrodelegados desde hace mese vienen realizando paro todos los días en las diferentes líneas de subterráneo. El reclamo es por la reapertura de paritarias a la empresa concesionaria Metrovías, a SBASE y a la Ciudad de Buenos Aires.
EL Tribuno
