«La conflictividad laboral experimentó un pronunciado aumento en febrero, debido al incremento generaliza do registrado en los paros, los despidos y las suspensiones» de personal indica un nuevo relevamiento de la consultora Tendencias Económicas.
El informe mensual dio cuenta de que en el segundo mes de 2016 «los despidos sumaron 65.799 personas y superaron a los de un año atrás en 72 veces».
La serie que desde los 80 lleva a cabo la consultora que dirige el economista José Luis Blanco, sobre la base de denuncias sindicales difundidas por los principales diarios de la Capital Federal y del interior del país, destaca que en el último mes las desvinculaciones de personal en la rama de la construcción, sobresalieron con 85% del total, y en otras actividades, como autopartes, petróleo, comercio y minería, entre otras».
Y si bien, en el último mes se registraron amplias denuncias de despidos de supuestos trabajadores «ñoquis» en el sector público nacional por parte del nuevo Gobierno, Tendencias dio cuenta de un registro de casi 10.600 personas, que incluyó cesantías en varias provincias, que representó 1 por cada seis en la actividad privada.
En menor medida se multiplicaron en febrero las suspensiones de personal: sumaron 14.340 y superaron en 12,5 veces a las registradas en febrero de 2015. «Abarcaron a diversas actividades, como las terminales de automotores, siderúrgicas, textiles, petroleras y la construcción».
Según el sondeo de la consultora de marras, el primer bimestre cerró con 107.719 cesantías, en contraste con apenas 1.432 de igual período del año anterior.
Poco más de dos meses de Gobierno parece muy poco tiempo para responsabilizar a las primeras medidas de gestión al singular aumento de los despidos que denunciaron diversos sindicatos a los medios de comunicación.
Por el contrario, de confirmarse los datos en próximos informes del Ministerio de Trabajo, consensuados con los del Sistema Integrado Previsional Argentino, pareciera que más allá de labaja estacional que caracteriza a la actividad de la construcción, según dio cuenta el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción, la destrucción de más de 107.000 mil empleos en sólo dos meses, equivalente a 1% de los puestos asalariados, sería la manifestación de la «desastrosa» herencia que definió el nuevo Gobierno.