Dos de los sindicatos del sector petrolero firmaron esta mañana un acuerdo con las cámaras empresarias por el que unos 32.000 trabajadores de yacimientos serán suspendidos y durante 60 días, tiempo en que se mantendrá el compromiso de mantener el empleo, recibirán una suma que representará una reducción de hasta el 70% de sus salarios.
Guillermo Pereyra, el titular del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, que fue uno de los que rubricó el acuerdo, dijo que “las cámaras empresarias nos dijeron que es la única forma de sostener los puestos de trabajo y a la espera de que mejore la situación”.
“Estamos en una profunda crisis social y económica, hacemos todo lo posible por sostener los puestos de trabajo y no tenemos otra alternativa que firmar el acuerdo porque si no lo hacemos. los compañeros ya este mes van a quedar sin cobrar los salarios”, afirmó el sindicalista.
Pereyra “pidió paciencia y comprensión: siempre hemos peleado salarios en todos los frentes pero en esta no hay nada para pelear, simplemente cuidarnos y cuidar a la familia”.
“Los compañeros que están trabajando cobrarán como lo venían haciendo, con horas extras y lo que corresponda; los que están en sus casas, ese grupo de 20.000 van a recibir el sueldo básico de convenio, más el diferencial de zona, más la vianda que reciben de acuerdo al diagrama de trabajo”, destacó el sindicalista neuquino.
El acuerdo fue firmado por el sindicato que lidera Pereyra (que representa a unos 20.000 trabajadores) y el que nuclea a los petroleros de Chubut, encabezado por Jorge Avila (que agrupa a unos 12.000 trabajadores), pero hasta ahora fue rechazado por el gremio de petroleros de Tierra del Fuego, el de Santa Cruz, el del personal jerárquico y por la Federación Argentina Sindical del Petróleo, cuyo titular es Pedro Milla (enfrentado a la organización de Pereyra).
“Hemos rechazado esa propuesta porque nos parece una barbaridad. Podemos relegar un 25 o 30 por ciento del salario, pero no un 60 o 70. Así estaríamos condenando a un certificado de defunción a los trabajadores porque no sabemos si alguno de ellos podrá volver a la actividad”, dijo Milla a Infobae.
El secretario general de la Federación Argentina Sindical del Petróleo aseguró que está “dispuesto a poner el hombro”, pero dijo que “el salario del trabajador tiene que estar arriba por lo menos del 70 por ciento de lo que cobra actualmente, y con la oferta empresaria cobrarán menos de la mitad”.
Uno de los ejes del acuerdo es la suspensión del personal por causas de fuerza mayor estipulada en el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo (y que figura en el reciente decreto 329 que prohíbe despidos y suspensiones) y el pago de una prestación no remunerativa para los que se queden en sus casas que consiste en el básico, la diferencia zonal y la vianda alimentaria (que alcanza unos 12.000 pesos). De esta forma, los trabajadores cobrarán un promedio de 35.000 pesos, cifra que representa un 30% de los ingresos que cobraban habitualmente.
Los impulsores sindicales de este convenio por 60 días también lograron que el sector empresarial aporte 10.000 pesos por cada trabajador destinado a la obra social, ya que la prestación que cobrarán será no remunerativa, es decir, que de allí no habrá aportes patronales ni para la seguridad social.
Sobre este tema, Pereya declaró que «el sindicato, la obra social y la mutual no van a recibir aportes porque son sumas no remunerativas, pero nosotros, con recursos que tenemos, vamos a seguir sosteniendo la atención médica y los medicamentos”.
Milla dijo que, más allá del panorama crítico que hay en los yacimientos por la parálisis de la actividad, en las refinerías “están funcionando entre un 50 y un 60%, pero ha bajado un 80% la venta de combustible en el país, con lo cual se están alquilando barcos y depósitos para almacenarlo”. “Aquí se nos viene un tema que tendremos que hablar con las cámaras por el excedente de gente que tenemos, aunque mucha menos que en los yacimientos”, añadió el dirigente gremial.
Sin embargo, Milla destacó que “se está trabajando mucho en el envasado y la distribución del gas: en este rubro no damos abasto y estamos negociando con las tres cámaras la cláusula de revisión de la paritaria de 2019, que cerramos con una pérdida del 10 o 12% ante la inflación».
Con respecto al dilema que se plantea entre privilegiar la salud o la economía en medio de la pandemia, el dirigente gremial dijo que “está bien acentuar el tema de la salud, pero en algún momento tenemos que reanudar las actividades porque, si no, los problemas con la cadena de pagos nos van a complicar a todos”. “Ojalá que no suceda, pero los trabajadores pueden llegar a sentir el cimbronazo por la pérdida de la recaudación para las obras sociales”, advirtió.