La muerte del Duque de Edimburgo, fallecido el viernes de abril, conmovió al mundo. Respetando su últimos deseos y siguiendo el protocolo, fue enterrado el sábado en St. George’s Chapel del castillo de Windsor, a unos 50 kilómetros al oeste de Londres, y debido a la pandemia solo asistieron al funeral 30 personas, en su mayoría familiares cercanos. La ceremonia se transmitió por televisión. El sábado 17 de abril a las 16:00 UTC. El país guardó a esa hora un minuto de silencio. Tuvo un carácter excepcionalmente íntimo, muy alejado del funeral de Estado que se habría oficiado en otras condiciones. Y tuvo lugar en la St. George’s Chapel, en el Castillo de Windsor.
El féretro del príncipe, cubierto por su estandarte personal, fue conducido desde la entrada principal del castillo de Windsor hasta la escalera de la capilla en un Land Rover que, curiosamente, fue diseñado por el duque.
Tras guardar un minuto de silencio, el ataúd fue portado por ocho militares hasta el interior de la capilla, un homenaje que se rinde a Felipe, quien dejó la carrera militar al contraer matrimonio con la monarca británica.
Le sigue una pequeña procesión a pie en la que primará la distancia social y en la que participaron el príncipe Carlos y su hermana, la princesa Ana, que llevaron el ataúd del duque a la iglesia. El viaje por el interior del castillo duró unos ocho minutos.
Sus hermanos, Eduardo y Andrés, estuvieron detrás de ellos. William y Harry vienen después, pero en lugar de hacerlo juntos, entre ellos irá su primo Peter Phillips. Ninguno usó el uniforme militar. Y detrás de ellos estuvieron los últimos miembros de alto rango de la familia real británica, el esposo de Anne, el vicealmirante Tim Laurence, y el conde de Snowdon, hijo de la princesa Margarita.
Los miembros de la realeza que no participaron en la procesión, como la duquesa de Cornualles, Camila Parker Bowles, y la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, se unieron a la monarca de 94 años para ver el desfile fúnebre. Esto también incluyó a los parientes directos del lado del duque que están presentes, incluidos los sobrinos nietos de Felipe, el príncipe heredero de Baden y el príncipe de Hohenlohe-Langenburg.
Un grupo de los Royal Marine fue el encargado de cargar el féretro y llevarlo hacia el altar tras sonar el himno nacional. Se trata del cuerpo militar en el que Felipe de Edimburgo sirvió durante años y en el que llegó a ser teniente durante la Segunda Guerra Mundial. Las medallas y condecoraciones (ver infografía) del duque se colocarán previamente en cojines en el altar de la capilla.
Los responsables de oficiar el funeral privado son el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el decano de Windsor, David Conner.
“Recordamos las distintas maneras que nos ha inspirado, y ha acompañado a la Reina Isabel II. Por su coraje, fuerza y fe. Nuestras vidas han sido enriquecida por sus valores”, dijo el arzobispo al iniciar el servicio. Se leyeron pasajes de la biblia para despedir al consorte y sonó William Smith, The Lord’s Prayer y John Day Certain Notes.
Isabel II, como los convocados, usaron una mascarilla y se sentará sola de San Jorge en el Castillo de Windsor, con todos los participantes de la ceremonia siguiendo las pautas sanitarias y permaneciendo socialmente distanciados entre ellos.El funeral finalizó con la encomendación del decano, siguiendo el rito tradicional.
Los 30 invitados
La reina Isabel II
El príncipe de gales Carlos
La duquesa de cornwall Camila
El duque de Cambridge William
La duquesa de Cambridge Katherine
El duque de sussex Harry
El duque de york Andre
Princesa Beatriz
Edoardo Mapelli Mozzi
Princesa eugenia
Jack Brooksbank
El conde de Wessex
La condesa de Eessex
Lady Louise Windsor
Vizconde Severn
La princesa real
Vicealmirante Sir Timothy Laurence
Peter Phillips
Zara Phillips
Mike Tindall
Conde de Snowdon
Señora Sarah Chatto
Daniel Chatto
Duque de gloucester
Duque de Kent
Princesa Alejandra
Bernhard, príncipe heredero de Baden
Príncipe Donato, Landgrave de Hesse
Príncipe Felipe de Hohenlohe-Langenburg
La condesa Mountbatten de Birmania
El Tribuno