Apareció allí, en una playa de la de , a más de 3.000 kilómetros de su hogar, la , donde vive esta especie gigante, la de los pingüinos emperadores.
Nadie sabe cómo llegó. Pero ya fue rescatado y trasladado a un zoo de Wellington.
Bautizado como «Happy Feet» (Pie Feliz), el fue encontrado en buen estado pero con el pasar de los días se fue deteriorando, indicó el portavoz de los servicios medioambientales, Simpson.
Habituado a temperaturas bajo cero, el pájaro comía y palos para intentar refrescarse en una temperatura en torno a los 10 grados. En la Antártida, en su hábitat habitual, comen cuando hace calor, dice Simpson.
Según el portavoz, si el pingüino, un macho joven, se recupera, podría volver al mar, con la esperanza de que sepa volver a casa. Es la vez que un Emperador, con el vientre y espalda y cabeza negros, aparece perdido en las costas neozelandesas.
El pingüino Emperador es el más grande y más pesado de su especia y puede medir hasta 1,20 metros.
Fuente: MinutoUno