Los beneficios y desafíos que significan la implementación plena del sistema penal acusatorio en toda la provincia fue el eje del diálogo que mantuvieron miembros del Superior Tribunal de Justicia con integrantes de la Asociación Pensamiento Penal, al compartir hoy un desayuno de trabajo en la Sala de Reuniones de Presidencia del 4° piso del Palacio de Tribunales.
En la amena reunión estuvieron presentes el Presidente y uno de los Vocales del alto cuerpo judicial, Dres. Sebastián Diego Argibay y Carlos Pedro Lugones Aignasse, respectivamente, por un lado y, por el otro, los visitantes encabezados por el Dr. Adrián Martín, a quien acompañaron abogados y funcionarios santiagueños que pertenecen a la ONG nacional, como los Dres. Roberto Carabajal; Amalia Morales y Fernanda Morales y la licenciada en Psicología, Silvina Trejo.
En la oportunidad, los presentes mantuvieron un enriquecedor y extenso diálogo sobre cuestiones que contribuirán a una mejor y mayor comprensión sobre los beneficios que representará la implementación del sistema penal acusatorio en la Justicia provincial, así como también sobre los condicionamientos que surgirán en esta transición.
Asimismo, se analizaron las implicancias de la reforma procesal penal, sobre todo en el Ministerio Público, con relación a la seguridad, la gestión de conflictividad y la gestión de audiencia. En particular, se habló sobre la manera de cambiar prácticas que redunden en la prestación de un mejor servicio de Justicia.
Sobre esta temática, el Dr. Martín expuso el jueves y ayer en las Jornadas sobre el Sistema Adversarial, que fueron organizadas conjuntamente con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el Poder Judicial de la Provincia y la Asociación Pensamiento Penal.
Por otra parte, en diálogo con los periodistas, el disertante opinó que “la parte más sustantiva de esta clase de reformas es el juicio por jurados, que en muchos lugares todavía no está, como en Santiago”.
“Esto –continuó- rompe un poco la cultura tradicional del trámite, el sistema inquisitivo y a concebir al juez como un tercero imparcial, donde las partes son las que tienen que investigar y proponer sus cuestiones a resolver, a veces por acuerdo, los conflictos que ingresan al sistema”.
En tanto, sostuvo que lo esencial en este remozado sistema acusatorio es la oralidad, para que “las partes puedan discutir sobre lo que introducen en la audiencia y no una suerte de cortar y pegar en un escrito. Las audiencias permiten una mayor transparencia. Los jueces deberían resolver en las audiencias y éstas, a su vez, deberían ser públicas”.