Este jueves arranca el juicio por la muerte de Juan Aciar, el niño de 13 años que murió electrocutado al aferrarse de un cesto de basura electrocutado el 23 de diciembre de 2009 en la calle Javier Díaz, en barrio Jardín de la ciudad de Córdoba.
El debate tendrá en el banquillo de los acusados al electricista Adrián Molina y al dueño del local de motos Appia, Diego Nievas, ambos imputados de “homicidio culposo”.
Sandra Meyer, madre de Juan, contó a Cadena 3 que, desde aquel fatídico 23 de diciembre, “convive con el dolor”: “El juicio afecta una fibra terrible para mí. Tengo la convicción de que en ningún momento he dejado a mi hijo Juan. Participar del juicio es otra forma de acompañarlo, estando presente”.
La mujer relató que el electricista, quien se encargó de realizar la instalación eléctrica para iluminar un cartel de motos no contaba con un disyuntor: “Habían hecho una rienda de alambre al cesto de basura y otro al alumbrado público. La instalación venía desde el inmueble por lo que Nievas, quien estaba a cargo de la concesionaria de Motos Appia, está imputado junto con Molina, de homicidio culposo”.
Relevando Peligros
Tras el trágico final de Juan, Sandra decide llevar a cabo la Fundación Relevando Peligros una organización que busca promover con sus acciones una sociedad responsable y libre de peligros.
“Juan me dio la fuerza para trabajar. Más allá del dolor, hoy tenemos una ley de seguridad eléctrica, aprobada en 2015 en la Legislatura cordobesa. La Fundación puso una problemática que en ese momento no estaba atendida y nadie le prestaba atención. Mi vida está dedicada exclusivamente a eso”.
El hecho
Todo ocurrió cuando luego de una copiosa lluvia, Sandra y sus hijos fueron a mirar la correntada que había transformado la calle Javier Díaz en un río.
Juan, el único hijo varón de la familia Aciar, le preguntó a su mamá si podía ayudar a un anciano que llevaba dos bolsas en las manos y tenía dificultades para cruzar la avenida Riccheri.
Cuando el adolescente se acercó al anciano se apoyó en el cesto de basura e inmediatamente recibió una descarga eléctrica y quedó pegado. Su madre intentó sacarlo, pero también recibió una terrible descarga.
Ella intentó reanimarlo dándole golpes en el pecho y haciéndole respiración boca a boca. Por un instante, logró que el joven tosiera, pero horas más tarde, ya el 24 de diciembre, Juan murió en una clínica.
