Tamara Báez tuvo un cumpleaños diferente. Pidió que el festejo estuviera ambientado con la temática de las muñecas Bratz, sus preferidas, y le dieron el gusto. En las fotos que compartió en las redes sociales se la ve rodeada de amigos y también adentro de lo que sería una caja, simulando ser una figura de juguete que siempre anheló tener.
“Amé. No me recupero”, escribió una vez finalizado el evento, donde se divirtió junto a las personas que más la quieren. También se mostró muy cariñosa con su hija Jamaica, que pronto cumplirá un año.
La influencer -que está por lanzar su marca de ropa- recibió un regalo soñado de parte de L-Gante, su novio. Le compró el auto que tanto quería y ya lo estrenó en el barrio privado donde viven. “¡Gracias, amor, el que yo quería! Chiquito como yo”, pronunció sobre el Fiat 500 negro.
A fines de marzo, el músico tuvo que preparar las valijas para salir de gira, pero antes quiso agasajar a su pareja con un obsequio muy especial: una muñeca Bratz valuada en 20 mil pesos.
Tamara se emocionó al recibirla,. “El mejor regalo. Gracias mi amor”, comentó con alegría. La joven tiene tanto fanatismo por estas figuras de plástico topísimas -que lograron superar a las Barbies- que hasta las plasmó en sus uñas postizas.
Tamara Báez se está acercando al millón de seguidores en Instagram. Empezó desde cero porque le hackearon su cuenta anterior y se terminó convirtiendo en la reina del canje. Una marca le envió varias opciones de ropa interior y ella mostró cuál fue su preferida para ir a dormir con L-Gante, con quien está de novia hace varios años.
La joven eligió un conjunto blanco de encaje con doble cintura que deja a la vista el tatuaje que tiene en la panza. Para ella fue todo un desafío exponerse de esa forma, ya que le llueven los comentarios malintencionados sobre su cuerpo.
“Ahora estoy en el proceso de aumentar de peso. Me saltó tiroides y Jami (su hija) me está consumiendo literal. En vez de criticar, guarden sus palabras”, lanzó furiosa.
