Una pareja de británicos originarios de Leicester sufrió en carne propia los mandatos más severos del islam, cuando quisieron abordar un taxi al que habían contratado en plena calle.
Charles Bloch y su novia, Jessica Graham, frenaron un automóvil para que los transportara a un destino junto a su perro guía. Sin embargo, el conductor de la compañía ADT Taxis se negó a subir a los pasajeros porque estaban con el can y, de hacerlo, cometería un pecado contra su religión.
Bloch, quien es ciego, y Graham, quien también padece un severo trastorno visual, registraron el incidente con su teléfono celular y fue visto por millones de usuarios en las redes sociales.
«No llevo al perro. Es una elección mía. Para mí, es por mi religión«, indicó el conductor. La réplica de Bloch, un estudiante de 22 años de la Universidad De Montfort, fue contundente: «Por ley usted no puede negarse, es en contra de la ley de discapacidad de 1995. Si huye, lo demandaré«. «Estoy dispuesto a hablar con la policía«, fue el desafío del hombre.
La agencia ADT Taxis emitió un comunicado en el cual se disculpó con Bloch y su pareja por el incidente y confirmó que el conductor trabajaba como suplente y que no será nuevamente contratado para conducir. Sólo permaneció dos meses en la compañía de transporte urbano.
«Nuestra política es clara, no discriminamos. Si tenemos conductores que rompen términos de sus licencias, los eliminamos de nuestro sistemas de reservas y no pueden usar más el servicio«, indicó la empresa en un comunicado
Fuente: Infobae