El caso de Gabriel Fernández, un nene de 8 años que fue que brutalmente torturado durante meses y asesinado por parecer homosexual, conmocionó a todos en el 2013 y ahora volvió a salir a la luz ya que su padrastro y su madre se enfrentan a la Justicia y podrían recibir condena perpetua.
Todo sucedió en California, donde Perla Fernández, la mamá del nene, se mudó con su pareja Isauro Aguirre. Apenas un año duró la convivencia hasta que el final fue el peor. A Gabrielito, como lo llamaban, lo torturaron hasta la muerte.
El médico que revisó su cuerpo sin vida encontró muchísimas heridas. Ahora, mientras se lleva adelante el juicio por la muerte del nene, el fiscal del caso reveló que Aguirre lo golpeó, lo mordió, lo quemó con cigarrillos y hasta le dio de comer arena para gatos.
La Fiscalía de Los Ángeles interrogó a los expertos médicos y a los agentes del orden que vieron el cuerpo “golpeado, quemado y magullado” del pequeño.
“Cada centímetro de Gabriel estaba magullado e hinchado. Su piel era de color negro y azul. Recuerdo que al tocarlo estaba frío”, declaró Emily Rebar, una de las enfermeras que atendió al nene antes de morir.
Durante la audiencia el fiscal Jonathan Hatami mostró fotos del cuerpo de la víctima para asegurar que se trataba de una “tortura sistemática” a la que habrían sometido a Gabrielito, presuntamente porque su madre y el novio consideraban que era gay.
El padrastro del nene confesó ante la Justicia que le dio 10 golpes en la cabeza y al menos 20 en el cuerpo. “Le dio un puñetazo y le siguió dando puñetazos”, explicó Hatami. El nene quedó hospitalizado con muerte cerebral y dos días después, el 24 de mayo, murió.
Se espera que el juicio dure ocho semanas. Aguirre podría recibir pena de muerte. Los servicios sociales están apuntados por no hacer nada, pese a las denuncias que habían recibido del maltrato que sufría el nene. La maestra de Gabrielito había formalizado la acusación y hasta presentado una constancia de que el nene quería quitarse la vida por el calvario que sufría.
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