Acompañado por la primera dama Juliana Awada y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, el presidente Mauricio Macri recorrió días atrás las zonas inundadas de Santa Fe para escuchar los reclamos de los productores afectados. Pero la visita no evitó que continuaran los cortocircuitos entre las autoridades locales y nacionales por la falta de obras e inversiones, en medio de un clima que da tregua con las lluvias en el norte argentino.
«Santa Fe en 12 años no hizo una sola obra para poder adaptar el territorio de la provincia a la realidad climática que estamos viviendo», afirmó el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere. Para el funcionario, las provincias cuentan con recursos para realizar esas inversiones debido a que «gracias a las acciones del Gobierno nacional, la coparticipación subió un 15%».
Según Etchevehere, su cartera puso en marcha los Comités de Cuencas Hídricas para que se planifiquen las obras de infraestructura para mitigar el impacto de las inundaciones en las provincias del Litoral argentino.
«Lamentablemente no se ponen de acuerdo entre Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe para que Nación gestione los créditos de organismos internacionales para que las obras se hagan», explicó. «Las provincias son superavitarias y tienen los medios económicos para hacer esto», reafirmó. «Debemos cada uno asumir la responsabilidad que tiene en su área y generar las condiciones que necesita la producción», reclamó.
Etchevehere salió al cruce de las declaraciones de la ministra de Producción de Santa Fe, Alicia Ciciliani, quien sostuvo que la situación en las zonas inundadas está «muy complicada», por lo que reclamó «una gran inversión» para aliviar los efectos de los excesos hídricos.
«Está lloviendo en el Chaco y esa masa de agua pasa por Santa Fe. Estamos evaluando otros distritos que consideramos adecuado incorporarlo a las zonas de emergencia», sostuvo Ciciliani en diálogo con radio Continental.
Según Ciciliani, la provincia evalúa sumar más departamentos a los cuatro que fueron incluidos en la declaración de emergencia días atrás por los anegamientos por las abundantes lluvias que se produjeron en el litoral y el resto de las provincias limítrofes.
En esa línea, dijo que los emprendimientos agropecuarios necesita caminos y canales, los cuales tienen que «estar limpios constantemente». «Esa gran inversión necesita un financiamiento y una prioridad», planteó.
«Un país que no prioriza su sistema productivo no tiene mucho futuro. El campo genera los dólares que necesita el país. Esa prioridad tiene que ser una política de Estado y la inversión en caminos rurales y obras hídricas no tiene que estar en la discusión de nadie», justificó la funcionaria.
“Si todas las fichas están puestas en el campo, invirtamos en obras de infraestructura en el campo“, exigió.
Hasta ahora, se calcula que los excesos hídricos que sufrieron la región norte de Santa Fe y otras provincias del litoral provocaron pérdidas por USD 2.300 millones en los cultivos de soja, maíz y girasol. El dato fue estimado por la entidad ruralista Confederación Rurales Argentinas (CRA).
Las lluvias afectaron a casi dos millones de hectáreas productivas de la zona. El 25 de enero, el Gobierno declaró la emergencia agropecuaria en algunas zonas de las provincias de Santa Fe, Chaco, Corrientes y Santiago del Estero.