Cuando se aprieta un globo de un lado se hincha del otro, y cuando no, explota. Esconder la basura bajo la alfombra por mucho tiempo genera un efecto similar ante los excesos. Lo ocurrido con el ex presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Ariel Cohen Sabban, puso a la dirigencia judía ante un terremoto político. Ahora, supo Clarín, las bases del brazo político que representa a las instituciones judías de todo el país debaten pedirle o no la renuncia a toda la conducción política de la DAIA que sucedió a Cohen Sabban tras su renuncia.
La situación salió a la luz tras la denuncia de Esmeralda Mitre: lo acusó de haberla acosado sexualmente y de extorsionarla económicamente. Pero el enojo actual con toda la DAIA que responde a Cohen Sabban no es sólo por la denuncia de Mitre, sino por el manejo del caso, «por la demora en reaccionar y la sospecha de cierta actitud de encubrimiento».
Tras la renuncia de Cohen Sabban lo sucedió su vice, Alberto Indij, quien como toda la dirigencia de DAIA conoce los hechos hace más de una semana. Según pudo saber este diario, las instituciones quieren pedir la renuncia de todos los vicepresidentes -son varios-, secretario y tesorero. Además las instituciones judías del interior pedirían adelantar las elecciones presidenciales de la DAIA, en 30 días, lo que debería ocurrir por calendario en noviembre.
Hoy, el único que estaría en condiciones de asumir la conducción de la DAIA de manera estable sería su ex secretario general, Jorge Knoblovits. Abogado, Knoblovits tiene apoyo de ex presidentes comunitarios y de parte de la comunidad judía del interior. Su actuación en la DAIA coincidió con la vicepresidencia del hoy diputado Waldo Wolff. En diálogo con Clarín fue Wolff el primero que ayer pidió la renuncia de toda la cúpula de DAIA, por «desvirtuar su misión».
No se descarta que a nivel interno se pida además «una revisión de cuentas de esta gestión» que comenzó en 2016, cuando este empresario textilero asumió la presidencia de una dirigencia integrada por judíos ortodoxos.
Hubo un hecho que quedó sin investigar y motivó las renuncias de Santiago Kaplun, ex secretario general de la entidad, y de Daniel Belinky, ex protesorero. El caso, según pudo averiguar Clarín, está vinculado a unos containers de mercadería en la Aduana decomisados por el actual Gobierno, cuyo destino por orden del Ejecutivo fue el Ministerio de Desarrollo Social. Según las fuentes consultadas, «Cohen Sabban habría logrado -tras una larga insistencia- que le dieran parte de esa mercadería de los containers con fines sociales -explicaron-. Sin embargo, el destino final habría sido la venta». El ahora ex presidente nunca aclaró esta situación y tanto Kaplun como Belinky renunciaron a disgusto.
Clarín ha conversado en las últimas horas con ex y actuales dirigentes comunitarios de todas partes. Personas que cuentan sobre estos manejos. Muchos ministros de Gabinete y empresarios -varios de la colectividad judía- trataban de esquivar «los comportamientos de Cohen Sabban y sus pedidos recurrentes de dinero bajo argumentos que -aseguran- banalizaban el Holocausto».
Un dato llamativo es que el presidente de la AMIA, Agustín Zbar, decidió llamarse a silencio y nunca quiso vincularse con Cohen Sabban. Zbar es también un dirigente ortodoxo pero nunca estuvo de acuerdo con la forma de gobernar de esta DAIA.
Otro aspecto dudoso, afirman desde la comunidad, es el de los cursos en provincias e intendencias sobre antisemitismo y antidiscriminación, «a los que se comprometieron por pedido de Cohen Sabban intendentes y gobernadores».
Cohen Sabban fue tesorero del ex presidente de la DAIA, Aldo Donzis, y fue desplazado en 2010. Nunca nadie aclaró si esos cursos para esta suerte de ‘certificado’ libre de discriminación fueron dados en en su totalidad. También hay dudas sobre cómo el dinero a cambio de esa prestación ingresó a la DAIA.
Fuente: La Nación