Aeropuertos Argentina 2000 decidió rescindir el contrato con LabPax, luego de la repercusión que tuvo el escándalo por los hisopados en Ezeiza, y encargó el trabajo a otro laboratorio.
La empresa inició una auditoría para revisar el sistema y separó a LabPax, una empresa que no tenía experiencia previa en ese tipo de estudios.
El periodista de La Nación, Diego Cabot, contó a Cadena 3 cómo fue el proceso de descubrir las irregularidades con las que se manejaba esta empresa, conformada por dos monotributistas – de categorías bajas–, sin antecedentes en análisis clínicos.
«Me gustó hacer este trabajo, porque es el regreso del periodismo», dijo y aseguró que «todo empezó como una nota un poco más profunda de un tema de agenda».
«El Día del Trabajador, tuvimos que cerrar más temprano e hicimos una nota sobre cómo estaba Ezeiza actualmente. Yo había hecho esa nota y me fui un día a las 4 a ver qué pasaba con la gente que salía», comentó.
«Ahí me encontré con LabPax, una laboratorio a cargo de los testeos obligatorios a partir de una norma de Estado, una decisión administrativa de Cafiero, cuando, para empezar, debería ser por decreto», explicó.
Sin embargo, la historia recién comenzaba: «Le empecé a preguntar a la gente y me decían que el servicio era buenísimo, que llegaba el resultado en minutos. Ahí volví al diario y dije ‘esto es para mañana, no esperemos al domingo’«.
Según explicó, la velocidad con la que se llevó a cabo esta investigación fue gracias al departamento de data science del medio, LN Data, que recopila información periódicamente con robots para consultar. «Lo cierto es que con todas estas desprolijidades no esperábamos nada: esto se hizo de un domingo para el otro», contó.´
«Si uno quiere hacer las cosas bien, lleva tiempo. Tiene que haber 100 empleados 24 horas siete días. Estos »frontis» están hace dos días y te lo hacen por $2.500, no sé si les dan los costos», reflexionó.
Fue entonces que el periodista sugirió lo que terminó siendo su hipótesis de trabajo, la misma que ya se encuentra enunciada en la Justicia.
«Tenemos la hipótesis sobre si efectivamente se hacían testeos», dijo.
Y precisó sus argumentos: «Materialmente, es imposible que se hayan hecho en dos minutos. Hay una ex funcionaria a la que tardó más en procesarse el pago que el resultado del test».
«El Gobierno estableció un protocolo para el aeropuerto en donde, cuando llega un avión, se baja a todos, se despacha todo el equipaje y se los hisopa. Recién ahí puede llegar otro avión. Entonces, apurar el tiempo es vital para que entren más aviones», explicó.
«Los hisopados los hacían y el resultado estaba en 50 segundos, todos estaban fascinados, era más rápido que en Miami», aseveró.
La tarea, que tiene una facturación de unos cinco millones de pesos por día, quedó en manos de la empresa Stamboulian Servicios de Salud, uno de los laboratorios de aplicación de vacunas y de diagnósticos más importante del país.
Cadena 3
