La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, regresó a Downing Street 10 tras reunirse en el palacio de Buckingham con la reina Isabel II. Luego de obtener el permiso de la monarca para formar Gobierno tras las elecciones del jueves, May pronunció un encendido discurso.
«Acabo de ver a su majestad la reina y ahora formaré gobierno, un gobierno que pueda proporcionar certezas y conducir a Reino Unido hacia adelante en este momento crítico para nuestro país», dijo la líder conservadora ante los periodistas. También ratificó su decisión de «llevar a cabo el Brexit».
Vestida de azul, el color de su partido, May salió sobre las 11.20 GMT de su residencia oficial de Downing Street para hacer en automóvil el corto recorrido hasta el palacio. Llegó a las 11.30 para reunirse con la monarca, que le preguntó si cuenta con el apoyo de la Cámara de los Comunes para formar Gobierno. Tras obtener el beneplácito de Isabel II, pronunció su discurso apenas pasadas las 12.00.
Como no tiene bancas suficientes (se necesitan 326 de las 650), May necesitará armar una coalición. Para ello, se apoyará en el Partido Unionista Democrático (DUP), aliado tradicional cuyos 10 diputados, sumados a los 317 de los conservadores, sumarían 327. A falta de dos escaños por decidir, los laboristas tenían 261.
Tras las negociaciones pertinentes, May se someterá a una moción de confianza en el Parlamento. De no poder formar gobierno o no superar la moción de confianza, posiblemente presentaría su dimisión y la reina invitaría entonces al líder del primer partido de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, a intentarlo. En ese caso, los laboristas tratarían de lograr el apoyo de los Liberal Demócratas y de los nacionalistas escoceses.
El cataclismo conservador prolonga el año turbulento de la política británica desde que el país votó inesperadamente a favor de la salida de la Unión Europea en junio de 2016, y pareció abrir así una caja de pandora. Se trata de un fracaso personal de May, que disponía de una mayoría de 17 escaños en el parlamento y había convocado las elecciones anticipadas pidiendo una mayoría más amplia para negociar en posición de fuerza la salida de la Unión Europea.
Tras conocerse el resultado, Corbyn exigió la renuncia de la premier. «Perdió escaños conservadores, perdió votos, perdió respaldo y perdió confianza. Yo diría que es suficiente para marcharse», dijo tras ser reelecto en la circunscripción de Islington North, en el centro de Londres.
May, que fue relecta en Maidenhead (oeste), no dio el brazo a torcer y dijo que sólo los conservadores son capaces de garantizar la estabilidad que necesita el Reino Unido en tiempos difíciles. «El país necesita un período de estabilidad y cualquiera sean los resultados, el Partido Conservador garantizará que podamos cumplir esa tarea de asegurar la estabilidad», dijo.
Sin embargo, figuras de su partido, como la ex ministra Anna Soubry, consideraron que debía pensar en una renuncia debido a que se «encuentra en una situación muy difícil». El ex ministro de Finanzas conservador George Osborne dijo que «es totalmente catastrófico para los conservadores y para Theresa May».
EFE y AFP