El golfista estadounidense Tiger Woods cerró este domingo una jornada histórica al ganar por quinta vez en su carrera el Masters de Augusta.
Leé también¿Amarilla o roja? La increíble patada de un guardia de seguridad a Tiger Woods
Tiger mostró aquel nivel que alguna vez lo llevó a ser el número 1 del mundo. Así, catorce años más tarde, volvió a ponerse la «chaqueta verde» que entrega el torneo de Augusta: ya lo había hecho en 1997, 2001, 2002 y 2005.
Este es su decimoquinto grande para el astro de 43 años: además de las cinco coronaciones en Augusta, conquistó tres US Open (2000, 2002, 2008), tres Abiertos Británicos (2000, 2005, 2006) y cuatro cuatro Campeonatos de la PGA (1999, 2000, 2006, 2007).
Pero esta es una conquista muy especial para Woods, quien logró romper una sequía de 11 años: su última consagración en un Major había sido en el US Open de 2008.
En el medio, debió superar duras lesiones. El norteamericano pasó en reiteradas oportunidades por el quirófano para dejar en el pasado problemas en la espalda y la rodilla, que hasta le hicieron analizar la posibilidad de abandonar el deporte que tanto ama.
Además, se hizo más habitual ver a Tiger Woods en la tapa de los diarios por diversos escándalos de su vida privada que por lo que hacía en las canchas: infidelidades, juicios millonarios y hasta una detención por manejar bajo el efecto de un medicamento fueron algunas de las noticias que reflejaron un momento complicado en la vida de este jugador prodigio.
Pero el amor por el golf pudo más que todo y se propuso volver a la elite. La consagración en el Tour Championship de 2018 fue un click para demostrarse a sí mismo que podía volver a pelearle cabeza a cabeza a los mejores. Y el reciente título promete ser un impulso fundamental para lo que viene.
