El índice de calidad del aire de Beijing (AQI) subió hasta niveles peligrosos este miércoles, ante la llegada de una tormenta de arena procedente de Mongolia Interior, cubriendo de polvo la capital china y otras partes del norte del país asiático.
El Centro Meteorológico Nacional de China (NMC, por sus siglas en inglés) emitió una advertencia «azul» por tormenta de arena.
Se trata del nivel más bajo del sistema de alerta de cuatro etapas de China, que pide a los ciudadanos de algunas regiones norteñas que cierren puertas y ventanas, lleven bufandas y máscaras y manejen despacio por la escasa visibilidad.
En una actualización, aseguró que el polvo y la arena cubrieron un área de 1,5 millones de kilómetros cuadrados, incluidas partes de Pekín, Tianjin, Hebei, Shanxi, Jilin, Liaoning, Heilongjiang, Mongolia Interior y Xinjiang.
Como no habían mejorado las condiciones de ventilación atmosférica, la ciudad seguirá afectada por el polvo el jueves, aunque el impacto se debilitará de forma gradual, indicó el NMC.
La lectura del AQI para Beijing aportada por el Departamento de Estado estadounidense, basada en la concentración de partículas respirables conocidas como PM 2,5, era de 164, considerada como «no saludable», mejor que el nivel «muy poco saludable» de 244 registrado.
La típicamente contaminada capital china fue una de las 34 ciudades del norte del país que emitieron importantes alertas por smog durante el fin de semana, ahora que la actividad industrial comienza a repuntar tras el invierno boreal.
La propia lectura oficial del AQI para Pekín -calculada usando medidas de seis contaminantes diferentes, incluido el PM 2,5- era de 871 a las 0800 GMT, calificada como «peligrosa», pero por debajo del 999 anterior, cuando las lecturas de algunas aplicaciones de teléfonos móviles dieron cifras de hasta 2.000.
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