Tradiciones santiagueñas: Hechos y costumbres conservadas en el tiempo

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Por Miguel Coria. Especial para La Banda Diario.

El 10 de noviembre de 1834 nace en la Chacra de Pedriel, pcia de Buenos Aires, José Hernández, autor del inolvidable “Martin Fierro”, obra cumbre de la literatura Argentina, nuestra Biblia Gaucha. En su honor se celebra, el Día de la Tradición.

Las tradiciones santiagueñas, esos hechos y costumbres que fueron traspasados de generación en generación utilizaron la voz y el relato trasmitido de padres a hijos, constituyendo de esa manera, la riqueza cultural de Santiago del Estero.

Las tradiciones santiagueñas cobran un significado especial en el pueblo. El legado de esos mitos, costumbres, leyendas, danzas nativas, artesanías, comidas regionales y el canto nativo, ha pegado hondo en el sentimiento popular, perpetuando el sentir del santiagueño. Los santiagueños dignificaron sus costumbres a lo largo de los años, manteniendo y conservando intacto esos valores heredados de una cultura milenaria, cuidada celosamente por innumerables generaciones de santiagueños.

EL CANTO NATIVO

En el vasto escenario geográfico de la provincia hubo desde siempre cantores, payadores, trovadores, que desde su lugar embanderaron el canto popular, creando a través de una improvisación poética, canciones que luego fueron rescatadas y recopiladas por fundamentales nombres del folclore.

Don Andrés Chazarreta, patriarca del folclore santiagueño, fue un gran recopilador. Su trabajo de rescatar esas obras inéditas, revela hoy la importancia de su trabajo, logrando que canciones, danzas nativas, vidalas, yaravíes, y otras creaciones, no se pierdan y hoy prestigien el cancionero popular santiagueño revelando un pasado auténticamente tradicional. Otra de las personalidades santiagueñas que hicieron el trabajo de recopilar lo inédito fue don Manuel Gómez Carrillo, no solo recorrió la provincia sino el norte del país.

LAS DANZAS NATIVAS

Las danzas nativas típicas y tradicionales son un sello en Santiago del Estero. Fueron creadas en forma autodidacta, hasta que alguien las escucho y hoy conforman el repertorio folclórico nacional. Muchas de las danzas que hoy son utilizadas por los profesores en las distintas Academias, nacieron del talento de artistas, músicos y compositores santiagueños como José Gómez Basualdo, Bailón Peralta Luna, Los Hermanos Simón, Los Hermanos Díaz, Los Hermanos Abalos, Sixto Palavecino, entre tantos, todos desde su lugar, crearon y enriquecieron las tradiciones santiagueñas.

MITOS Y LEYENDAS

Las leyendas y mitos en Santiago del Estero fueron trascendiendo a través de la vía oral. Esos relatos y narraciones que provienen de un hecho natural improbable se aferraron a la memoria colectiva del santiagueño en una eterna fantasía popular.

Es posible que el santiagueño, por naturaleza, necesite creer en ellas. Su paisaje y su entorno se lo permiten. El monte, “el Sachayoj”, el rio, “La Mayu maman”, la montaña o la sierra, “El Orko Maman”. Los mitos y las leyendas son innumerables, cada una ha persistido y resistido el correr de los años dejando una enseñanza. “El Kakuy”, “El Crespín”, “La Telesita”, “La Salamanca”, “La Umita”, “El Tanicu”, “La Alma Mula” y muchas mas, el pueblo los trata como fenómenos naturales, que provienen de lo sobrenatural, y conforman la identidad y autenticidad del santiagueño.

FIESTAS POPULARES

Las fiestas populares en nuestra provincia integran el conjunto de las tradiciones santiagueñas. A lo largo y ancho de la provincia, en cada pueblo, desde siempre las fiestas populares como los “reza bailes”, o las fiestas en honor a un santo o virgen calaron hondo en el sentimiento de los habitantes de esta tierra. La fiesta del Señor de los Milagros de Mailin, es el ejemplo cabal de un encuentro religioso que fue traspasando de generación en generación, hoy extendida a los santiagueños que viven fuera de la provincia. La fiesta del Señor San Gil, con más de un siglo de existencia, es otro de los encuentros populares, La fiesta de la Virgen de Sumampa, o la de Huachana conviven con muchas fiestas populares arraigadas al espíritu tradicional del santiagueño.

ARTESANIAS SANTIAGUEÑAS

Dentro de las tradiciones santiagueñas encontramos hombres y mujeres con el arte en sus manos, que fueron creado obras realizadas con objetos de uso domestico imprimiéndole su sello personal. Estos “artesanos”, son los encargados de proyectar en el tiempo una cultura antiquísima, recibida de sus padres o abuelos. Las artesanías santiagueñas en tejeduría, como la teleria, cestería, la alfarería, la platería, artesanías en madera, luthiers y fabricantes de instrumentos musicales, como el bombo leguero o la sachaguitarra, son sin duda la trascendencia del arte domestico heredado de nuestros ancestros y proyectado hacia un futuro infinito.

COMIDAS REGIONALES

Las comidas tradicionales han sido desde siempre, el mejor manjar en el hogar santiagueño. Hasta hoy esos platos y postres mantienen el gusto tradicional que le dieron aquellos primeros habitantes de este suelo. Un poco remozados, tal vez con el agregado de otros ingredientes, pero no pierden su gusto original. “El locro”, “La Humita”, “El Tamal”, todos preparados con un ingrediente común, el maíz. “El Charqui”, “La Chanfaina”, “La Añapa”, “La Aloja”, “El Patay” derivados de “La Algarroba”, “el Alfajor Santiagueño”, “el Arrope de Tuna”, de “Mistol”, “el Bolanchao”, manjares que duraron, traspasando siglos, son el placer a la hora de disfrutar un manjar autóctono.

EL QUICHUA SANTIAGUEÑO

Cuando parecía desaparecer, los santiagueños despertaron del letargo, tal vez los dioses quichuas hicieron el milagro y la lengua quichua, la lengua ancestral santiagueña hoy sobrevive en innumerables masas de quichua-hablantes que se despojaron de “la vergüenza” y la proyectaron en el tiempo. Mas viva que nunca “el quichua santiagueño”, lengua que hablaban los primeros habitantes santiagueños, desparramada hoy por todo el territorio, es el fiel reflejo del engrandecimiento puro de las tradiciones.

Las tradiciones santiagueñas viven hoy en el quehacer santiagueño. No se han perdido, nunca se fueron, porque los mismos habitantes de esta provincia las defendieron a rajatablas. No solo las mantuvieron sino que cada santiagueño forjo una lucha diaria para conservarlas y traspasarlas a las nuevas generaciones cumpliendo así con el legado de sus ancestros. Cada santiagueño convive con sus tradiciones porque son el fruto de la planta originaria donde abrevaron las fuentes autóctonas, y hoy todos, dentro y fuera de la provincia se orientan en ese sentido, conviviendo, valorando y cultivando sus tradiciones.

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