El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, ratificó este viernes su continuidad al frente de esa cartera, tras destacar el acuerdo alcanzado con los investigadores del Conicet que, luego de cinco días de protestas, aceptaron la propuesta de que se les mantendrá sus becas durante todo 2017.
«Sigo como ministro, por ahora mi aspiración es tomarme vacaciones como ministro», enfatizó, después de que la permanencia en su cargo fuera puesta en duda en distintos sectores a raíz del conflicto desatado con becarios del Conicet, que mantuvieron cinco días ocupado el edificio de Ciencia y Tecnología por recortes anunciados.
El funcionario ratificó el compromiso de ubicar a unos 500 doctores en instituciones: «No era sencillo, podría haberse resuelto pacíficamente durante esta semana a través de un dialogo racional, lamentablemente no fue así; pero bueno, estos doctores van a tener tranquilidad todo el año que viene y luego se insertarán en distintas instituciones», explicó.
En diálogo con radio Mitre, Barañao destacó el compromiso del Gobierno nacional con los investigadores, al asegurar que «la ciencia es lo que nos garantiza que tengamos un futuro digno» y al subrayar el entendimiento alcanzado con los becarios, confirmó que «el Conicet tiene una tasa de crecimiento que es limitada, no puede tomar a todos, todos los años».
Al reafirmar su continuidad en el cargo y hacerse eco de los rumores sobre su eventual alejamiento, el ministro recordó: «Lo que yo dije es que como a todo funcionario, si a uno no le dan los fondos, es una quita de confianza y, además, es por una cuestión de cumplir con los deberes de funcionario publico».
«Si no tiene forma de cumplir con la tarea asignada, no puede continuar en el cargo, eso vale para cualquiera. Pero eso lo dije también cuando asumió mi primer mandato con Cristina Fernández de Kirchner, que yo seguía en el cargo mientras tuviera presupuesto para hacer lo que creía que tenía que hacer», añadió.
Barañao explicó que la solución por el conflicto en Conicet «no era sólo un tema de fondos, sino de ver cómo implementar esta transición, que es algo novedoso; teníamos que ver si formalmente y legalmente lo podíamos hacer y finalmente se dio el acuerdo».
«Teníamos que encontrar una solución de transición para estos recursos humanos que habían sido formados y que no tenían posibilidades de ser contratados directamente por el Conicet. Lo que tratamos es que esos recursos humanos, que estaban calificados, pudieran ser ubicados en las instituciones donde trabajan, porque los becarios no solo trabajan en el Conicet, sino en universidades, el INTA, el INTI, universidades privadas», resumió.
«Tratamos que cada institución, por un mecanismo que vamos a ir implementando durante el año, sea la que finalmente se haga cargo de los contratos de estos recursos humanos que son altamente valiosos», concluyó el funcionario.