Alberto Fernández apuntó este martes contra la Corte Suprema como respuesta al fallo que avaló las clases presenciales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires e invalidó aspectos de un decreto que había dictado el propio Presidente en medio de la segunda ola de coronavirus.
Escoltado por el ministro de Educación, Nicolás Trotta, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, Fernández aseguró: “Voy a seguir cuidando la salud de los argentinos y de las argentinas por más que escriban muchas hojas de sentencias”.
“Yo soy un hombre de derecho, respeto las sentencias judiciales, pero no saben lo que me apena la decrepitud del derecho convertida en sentencia; Es el tiempo que me ha tocado y también tenemos que luchar contra eso”, agregó.
Antes del acto, su vice, Cristina Kirchner se había referido al tema en términos muchos más duros al comparar la decisión del máximo tribunal con un golpe a las instituciones.
“Nada de lo que hacemos lo hacemos para complicarle la vida a nadie, lo hacemos para preservar la salud de la gente, contra eso, dicten las sentencias que quieran, vamos a hacer lo que debemos”, dijo Fernández.
En esa línea, agregó que “nosotros creemos que todos los chicos tienen que acceder a la educación, pero este es el tiempo que me ha tocado, tenemos que estar más unidos que nunca para cuidar a los chicos, a los adultos mayores, porque es un tiempo difícil”.
“Ayer Juan Domingo Biden llamó a la sindicalización como una forma de defender los derechos de los trabajadores. Biden llamó a promover el mayor programa de empleo en EEUU, con más recursos y promoviendo obra pública. El acceso a internet para un joven es como poder acceder a un libro. Las mejores sociedades desarrollan la ciencia y la tecnología, cuando uno mira países que se han fundado sobre el petróleo pero son pobres es porque otros países desarrollaron esa energía y se llevaron la mayor tajada de lo que sacan”, aseguró Fernández.
En ese sentido, Fernández repitió un concepto que remarcó varias veces: “El mérito existe, pero para que valga exige que todos partan de un mismo punto de partida, porque sino unos tienen ventajas sobre otros, el mérito de los que están más atrás generalmente no alcanza para llegar a la meta, y llegan a la meta los aventajados socialmente”.
En tanto, resaltó que “desde noviembre hasta acá aumentó en 18 mil empleados su grupo de trabajadores, y eso pasa en la construcción, donde ya han recuperado 50 mil de los 77 mil trabajos que se perdieron durante la pandemia”.
Esta mañana, la Corte Suprema de Justicia falló a favor del Gobierno porteño en su demanda contra el DNU del presidente Alberto Fernández que suspendió las clases presenciales y así respaldó la autonomía de la Ciudad para definir sobre la educación. El fallo fue unánime: Elena Highton se abstuvo.
“La CABA y las provincias pueden regular la apertura de las escuelas”, consideró el máximo tribunal, que hizo lugar al planteo del gobierno porteño. El fallo, de 91 páginas, extiende su alcance al nuevo decreto de Necesidad y Urgencia vigente ahora, que sucedió al anterior que suspendió las clases presenciales por dos semanas.
“El hecho de que el estricto acatamiento de los plazos procesales propios del juicio sumarísimo haya superado al breve plazo de vigencia temporal del DNU impugnado, no resulta óbice para que esta Corte emita su pronunciamiento, dado que circunstancias como las examinadas en la causa pueden prorrogarse o repetirse”, añadió.
Los jueces Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti coincidieron en limitar las decisiones en materia educativa del Gobierno nacional.
“El Estado Nacional sólo puede regular el ejercicio del derecho a la educación de modo concurrente con las provincias, estableciendo las bases, pero no puede, normalmente, sustituirlas, ni decidir de modo autónomo apartándose del régimen legal vigente”, suscribieron los jueces.
“Se hace lugar a la demanda respecto del planteo referido a que en el caso concreto se violó la autonomía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, resumieron.