La histórica reunión entre las dos Coreas, que se concretó con el apretón de manos entre el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y el líder del régimen de Corea del Norte, Kim Jong-un, en la zona desmilitarizada que separa a los dos países fue celebrada en Estados Unidos, donde despuntaron elogios a la estrategia de «máxima presión» que aplicó la Casa Blanca de Donald Trump. Elogios de sus simpatizantes, si, pero también de sus críticos.
«¡TERMINA LA GUERRA DE COREA! Los Estados Unidos y todo su gran pueblo deben estar muy orgullosos por lo que está pasando en Corea», celebró Trump, en Twitter, su canal predilecto.
Fuente: La Nación