Primero la buena noticia: otra vez, tres universidades argentinas se posicionaron entre las mil mejores casas de altos estudios del mundo. Después, la mala: las tres empeoraron su posición respecto al año pasado.
Hoy se dieron a conocer los resultados de la octava edición del Center for World University Rankings (CWUR). A la cabeza a nivel nacional está la Universidad de Buenos Aires (UBA), que se mantuvo como la tercera de Latinoamérica, pero cayó del puesto 293 al 344.
Las otras dos argentinas dentro del top 1000 son la Universidad de La Plata y la de Córdoba. La UNLP pasó de la posición 545 a la 596, mientras que la UNC descendió del puesto 762 al 854.
Sobre la caída de las universidades argentinas, Nadim Mahassen, presidente de CWUR, explicó a Infobae: «El rendimiento en investigación de las tres universidades fue similar al del año pasado, pero eso no fue suficiente para sostener sus posiciones en el ranking. Hoy las universidades argentinas no tienen que competir solo contra otras instituciones latinoamericanas. La competencia es global y no hay lugar para el conformismo a ese nivel».
El de los rankings universitarios es un mercado en expansión. Y entre sí miden muy distinto. Hace poco más de un mes se presentó el ranking de la consultora QS, que ubicó a la UBA como mejor universidad latinoamericana por quinto año consecutivo y en el puesto 74 a nivel global. En el CWUR, con sede en Arabia Saudita, la UBA está por detrás de la Universidad de San Pablo y de la Autónoma de México.
A diferencia de QS, el ranking árabe no considera las encuestas encuestas de percepción, sino que solo se basa en datos cuantitativos como cantidad de alumnos, galardones internacionales, menciones en papers científicos. Califica a las universidades tomando siete factores: calidad de educación (25% del total de la torta), empleabilidad de los graduados (25%), calidad de la universidad (10%), investigación (10%), publicaciones de alta calidad (10%), influencia (10%) y citas (10%). Todos esos ítems dan un número del 0 al 100.
Mahassen asoció la caída de las principales universidades argentinas a su actual presupuesto. «Es un momento preocupante para las instituciones en Argentina en medio de una dura competencia global. El financiamiento para la educación superior es crucial si el gobierno aspira a que sus universidades compitan en el escenario mundial. Sin fuerte inversión sostenida, sus universidades enfrentan la posibilidad de caer aún más en el futuro».
En total hay unas 26 mil universidades en el mundo. Por lo cual, advierten, pese a la pérdida de posiciones, la UBA sigue perteneciendo al grupo del 1% de las instituciones de elite.
Al respecto, su rector, Alberto Barbieri, señaló: «Pese a que la UBA continúa liderando tanto en el segmento nacional como internacional, esta marcada caída de todas las universidades argentinas es un claro un mensaje para la clase dirigente argentina. La universidad y el sistema científico requieren un constante aumento de la inversión para poder mantener su nivel de excelencia y, en particular, lo requiere la UBA para poder seguir creando un efecto palanca sobre el resto del sistema».
Además de las tres universidades que quedaron dentro del top 1000, hay otras ocho casas de estudios argentinos en el ranking, todas ellas públicas: la Universidad de Rosario (1298), Mar del Plata (1342), Cuyo (1423), Litoral (1450), Comahue (1570), del Sur (1578), Tucumán (1746) y Río Cuarto (1997).
A nivel global, Harvard se quedó por octavo año consecutivo con el primer lugar y puntaje perfecto. La siguen Stanford y Cambridge. Sin embargo, tanto Estados Unidos como el Reino Unido vienen decayendo en los últimos cinco años atrás. Perdieron 5 y 3 por ciento de instituciones dentro del top 1000 respectivamente. La que avanza a paso acelerado es China que, en ese mismo período, creció un 37%. Pasó de tener 83 universidades dentro de las mil mejores a ostentar 114.