En el marco de la una nueva edición de la Fiesta Nacional del Trigo en la ciudad cordobesa de Leones, se realizó ayer el encuentro de toda la cadena triguera, en medio de fuertes versiones sobre una intervención del gobierno nacional en el mercado del cereal, en un escenario con exportaciones en niveles históricos y la industria molinera que busca el trigo para hacer frente a la necesidad del consumo interno hasta octubre próximo.
En la última reunión del gobierno con los exportadores y molineros, funcionarios pidieron al sector privado llegar un acuerdo para que no haya inconvenientes de abastecimiento del mercado con trigo y para que posibles problemas de oferta derive en un incremento de los precios de los alimentos, como sucedió años atrás. Fue a Paula Español, Secretaria de Comercio Interior, a quien se le atribuían los rumores sobre las intenciones de intervención oficial.
Las cifras que circulan en la cadena triguera, son de una producción total de 19 millones de toneladas, con una exportación que fue récord a dos meses del inicio de la cosecha y donde las empresas cerealeras compraron 14 millones de toneladas para comercializarlas al mercado externo, y con una necesidad de consumo interno de 6 millones de toneladas para llegar hasta la nueva cosecha. Hasta el momento la molinería solamente compró dos millones de toneladas, lo que demuestra que están ante un escenario de números muy ajustados.
Ayer durante la reunión de la cadena de trigo, el titular de la Federación de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, aseguró que “los rumores están alejados de la realidad, porque los funcionarios nacionales siempre han manifestado su intención de no intervenir en el mercado. Nos han pedido que tengamos la madurez necesaria y la capacidad de encontrar puntos de acuerdo. Solo si no nos ponemos de acuerdo van a tener que tomar una decisión. Pero ni el Estado quiere intervenir ni nosotros queremos que intervenga”.
Otras opiniones
Por su parte, Guillermo García, en representación del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), comentó que en las próximas semanas “las cerealeras estarán cubriendo sus necesidades de trigo para cubrir sus compromisos, se retirarán del mercado y la molinería quedará para comprar lo que necesita para su abastecimiento”.
Ante la ausencia del titular de la cartera agropecuaria, Luis Basterra, quien representó al gobierno en el encuentro, fue el Secretario de Agricultura de la Nación, Julián Echazarreta, quién en su exposición manifestó: “En los 64 días de gobierno de la actual administración, no hubo precedente en la historia en lo cual se haya comercializado trigo en estos volúmenes. En enero ya estaban todos los volúmenes comprometidos y sin embargo el trigo siguió fluyendo”.
Además el funcionario señaló: “Un Estado que se sienta amenazado en la provisión del grano panadero, faltando once meses para el empalme de la cosecha, si tiene que intervenir interviene. A nadie le gusta. Por eso el llamado al diálogo que hizo el presidente. Nos faltan nueve meses todavía y debemos ser más que buenos argentinos, cumplir en estos nueve meses, y con estos ajustados números proveer del cereal al mercado interno”.
Críticas de la producción
Al escuchar las expresiones del Secretario de Agricultura, los representantes de la producción salieron a cuestionalo. Gabriel de Raedemaeker, vcepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, dijo: “No permitamos el ingreso de una regulación del Estado. Entre nosotros y ustedes tenemos que ponernos de acuerdo y generar la condiciones para evitar una intervención”.
También se pronunciaron en contra de la intervención oficial en el mercado de trigo, los productores cooperativistas de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. Elbio Laucirica, titular de Coninagro Buenos Aires, afirmó: “Hoy las incertidumbres en las alícuotas de los derechos de exportación le pueden poner un freno al trigo de la próxima campaña, y a la posibilidad de un manejo sustentable del cultivo”.
Por su parte, Alejandro Ferrero, director de la Sociedad Rural Argentina, aseguró durante la reunión de la cadena triguera que “no hay que insistir en viejas recetas que ya fracasaron: el aumento de las retenciones y la vuelta de la intervención de la política en los mercados puede revertir las decisiones de los productores y frenar el crecimiento que vimos hasta ahora”.
A su vez, Ferrero recordó: “Los productores se guían por incentivos económicos. No debemos olvidar que el trigo se hace en doble cultivo y esto genera mucho ahorro de fletes si la mayor cantidad de molinos dispone de trigo cerca. No hace tanto llegamos a sembrar las mismas hectáreas que 100 años atrás. Por otro lado, los molinos de Córdoba tenían que traer el trigo desde el sudoeste de Buenos Aires. No queremos volver a esos años caracterizados por la falta de incentivos y la ineficiencia”.
En relación al aumento de las retenciones al trigo que fue instrumentado en diciembre pasado por el gobierno de Alberto Fernández, el representante de la rural, aseguró: “La ausencia de retenciones es un incentivo positivo contundente y tiene un efecto favorable inmediato sobre las expectativas del productor y su producción: en efecto, el productor respondió a la quita de retenciones y eliminación de ROES a fines de 2015 duplicando la producción. Hay que volver a generar ese incentivo positivo”.
Fuente: Infobae