El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quiere trasladar la embajada estadounidense en Israel a Jerusalén, anunció este viernes el equipo de transición presidencial, horas después de que se conociera la nominación de David Friedman, un abogado ortodoxo y de derecha, para dirigir esa sede diplomática.
Trump sigue «firmemente convencido» de la necesidad de trasladar la sede diplomática desde Tel Aviv a Jerusalén, aseguró Jason Miller, uno de los voceros del equipo de transición presidencial en una conferencia de prensa telefónica.
«Fue uno de los compromisos que el presidente electo hizo en numerosas ocasiones durante la campaña electoral, y se mantiene firmemente convencido» de ello, aseguró el vocero citado por la agencia de noticias EFE.
La actual Administración estadounidense, como la mayoría de los países que integran la ONU, no reconoce a Jerusalén como la capital de Israel debido a las disputas entre palestinos e israelíes en torno a esa Ciudad Santa.
De hecho, la mayoría de los países que tienen delegaciones diplomáticas en Israel, la tienen en Tel Aviv, reconocida por la comunidad internacional como la capital.
Pero se espera que la llegada de Trump a la Casa Blanca implique un giro en las relaciones exteriores, lo que marcaría un notable giro con respecto a la política exterior del actual presidente Barack Obama, quien dejará su cargo el 20 de enero, en Medio Oriente.
En octubre pasado, el entonces candidato republicano se reunió con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y le prometió reconocer a Jerusalén como la «capital indivisible» de Israel.
Luego de esa reunión emitieron un comunicado conjunto en el que aseguraron que «Estados Unidos, bajo la Administración Trump, aceptará finalmente el mandato del Congreso desde hace mucho tiempo para reconocer a Jerusalén como la capital indivisible del Estado de Israel».
Las autoridades palestinas advirtieron sobre el riesgo que implica para el proceso de paz trasladar la embajada a Jerusalén.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, consideró hoy que «destruiría el proceso de paz» porque el estatuto final de la histórica ciudad debe formar parte de las negociaciones, según la agencia palestina MAAN.
Sin embargo, el nominado para ocupar la sede diplomática, ya se hizo eco de la promesa y expresó su confianza en poder trabajar desde la embajada de Estados Unidos «en la eterna capital de Israel, Jerusalén», según el comunicado emitido por el equipo de Trump tras el anuncio.
La prensa israelí también se refirió a la nominación de Friedman, que aún debe ser ratificada por el Senado, donde los republicanos tendrán mayoría al menos durante los próximos dos años.
El diario israelí Haaretz recordó hoy que Friedman, un judío ortodoxo, es columnista de dos medios de ese país claramente vinculados con la derecha política, Arutz Sheva y The Jerusalem Post, y lo describió como un hombre con posturas políticas más a la derecha que Netanyahu.
Friedman es un socio fundador de 57 años de un estudio de abogados que tiene cerca de 300 profesionales y que en los últimos 35 años se ha especializado en litigios y bancarrotas.
Además es el presidente de la asociación Amigos Estadounidenses de la Yeshiva de Beit El, una escuela religiosa ubicada en una colonia en el territorio palestino ocupado de Cisjordania.
Beit El es una colonia israelí ubicada a pocos kilómetros al norte de Ramallah, la sede del gobierno palestino en Cisjordania, y su yeshiva (escuela religiosa) es considerada una institución ortodoxa y nacionalista.
A través de la asociación de Friedman, la millonaria familia del yerno de Trump, Jared Kushner, ha donado miles de dólares a esta escuela religiosa ubicada en tierras que la comunidad internacional considera ilegalmente apropiadas del futuro Estado palestino.
En un comunicado difundido anoche por su equipo de transición, que se ocupa de preparar el gobierno para la asunción del próximo 20 de enero, Trump auguró que su ex abogado «mantendrá la relación especial entre nuestros dos países» como embajador en Israel, según la agencia de noticias EFE.
El magnate, además, pronosticó que «habrá una extraordinaria cooperación estratégica, tecnológica, militar y de inteligencia».
Fuente: Telam