Los festejos de los empleados de Comercio de Tucumán por el Día del Trabajador terminaron de la peor manera.En medio de la celebración, empezaron a discutir dos personas, se pelearon y en un momento uno de ellos sacó un cuchillo y se lo clavó en el corazón al otro. Por el crimen detuvieron al hijo de un alto dirigente del sindicato dos horas después en su casa, mientras dormía.
El crimen se produjo en la madrugada del sábado, afuera de una casa donde los afiliados al sindicato celebraban el Día del Trabajador. En un momento discutieron Ariel Páez Fernández, de 38 años, hijo del secretario del gremio, Serafín Arturo Páez, y Javier Hernán Molina, de 25, y experto en artes marciales.