Una mañana de paz. Las calles asfaltadas de barro no impiden a los pobladores de Burruyacú salir a hacer los mandados. No llueve, con eso alcanza y sobra. Tucumán está ahogada por las lluvias, pero la inseguridad se mete en la agenda del día y con un caso muy particular. La localidad de poco más de 2000 habitantes fue escenario de un robo, que se dio a la vista de muchos de los vecinos y que terminó de manera cinematográfica.
Cuatro delincuentes armados ingresaron a la sucursal del Correo Argentino y se robaron más de dos millones de pesos destinados al pago de haberes a jubilados y pensionados.
El hecho ocurrió ayer al mediodía, cuando los delincuentes, que se movían en dos motos, se metieron en la sede del Correo Argentino de esa localidad ubicada a 65 kilómetros al norte de la capital de Tucumán. Tras reducir a los dos custodios, a quienes golpearon y les quitaron las armas, los ladrones amenazaron a empleados y les robaron el dinero.
Luego escaparon en las motos con rumbos distintos. Pero gracias a la ayuda de los vecinos, un grupo de gendarmes que se movía en una camioneta logró interceptar a una de las motos de los delincuentes, en el kilómetro 50 de la ruta 304.
Fuentes policiales señalaron que los delincuentes se resistieron al arresto y dispararon contra los gendarmes, por lo que se produjo un tiroteo donde uno de los ladrones resultó herido en una pierna y finalmente fue detenido junto a su cómplice.
Luego se logró recuperar parte del botín, que se encontraba desparramado al costado de la ruta.
De acuerdo al informe, en poder de los detenidos se secuestraron una pistola Taurus y una escopeta de repetición calibre 12/70, armas que fueron utilizadas por los delincuentes durante el robo y en el enfrentamiento con los gendarmes.
Los investigadores procuran determinar la cantidad del dinero robado, según estimaron serían más de dos millones de pesos, y dar con los otros dos integrantes de la banda que lograron huir.
En tanto, los delincuentes detenidos fueron trasladados hasta el hospital de Burruyacú para ser atendidos de las heridas sufridas.
Clarín