En medio de la incertidumbre sobre la asistencia futura de sus aliados y ante las crecientes necesidades de financiación de la defensa del país, Ucrania prepara una significativa subida de impuestos que será debatida esta semana en el Parlamento.
“La tarea conjunta del Gobierno es encontrar recursos adicionales para cubrir los gastos militares en 2025″, ha declarado el primer ministro, Denís Shmigal, en una reunión del gabinete este martes.
A pesar de que el total de los impuestos recaudados por el Estado van a parar a la defensa, no bastan para cubrir las necesidades crecientes, según ha explicado el Ministerio de Finanzas en un comunicado.
Ucrania ha recaudado en 2024, hasta el momento, 1,5 billones de grivnas (33.162 millones de euros), mientras que su gasto total en este periodo asciende a 2,3 billones de grivnas (50.847 millones de euros), de los que más de 1,3 billones (29.511 millones de euros) van destinados al Ejército.
Debido a los retrasos en el suministro de asistencia financiera por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, Ucrania ha recibido escasa ayuda en el primer trimestre de 2024, agotando sus propios fondos antes de lo esperado.
Aunque la situación mejoró en los meses siguientes, Ucrania no recibió ninguna asistencia financiera en septiembre y un paquete de 3.550 millones de euros prometido por Estados Unidos no ha llegado hasta ahora.
La proyectada subida de impuestos permitiría recaudar 58.000 millones de grivnas (1.282 millones de euros) más en 2024 y 137.000 millones de grivnas (3.028 millones de euros) más en 2025, cuando se espera que el gasto militar aumente, según estimaciones del Gobierno, a 2,2 billones de grivnas (48.629 millones de euros).
Según la jefa de la Comisión Presupuestaria del Parlamento, Roksolana Pidlasa, Ucrania también cuenta con obtener acceso a 50.000 millones de dólares de fondos rusos congelados en los próximos años.
Sin embargo, a pesar de las reiteradas afirmaciones por parte de los aliados, el mecanismo y las condiciones para suministrar el dinero no se han formalizado aún, según escribió recientemente la diputada en el diario Ukrainska Pravda.
Polémica
La mayoría de economistas está de acuerdo en que la subida de impuestos es inevitable debido a la complicada situación financiera, aunque a muchos les preocupa el impacto que puede tener para la economía y la justicia social del país.
La economía se recuperó parcialmente, tras encoger casi un 30% en el primer año de la invasión, para crecer un 5,3% en 2023 y un 3,9% en los primeros ocho meses de 2024.
Sin embargo, los ataques rusos y el creciente déficit de mano de obra, causado por la movilización y los grandes flujos de población hacia el extranjero, están obstaculizando la recuperación.
Es importante asegurar que las subidas de impuestos no contribuyen a expandir la economía sumergida del país e incrementen la carga de aquellas empresas e individuos que operan de forma lícita, dijo a EFE Hlib Vishlinski, presidente del CES.
La subida propuesta del impuesto sobre la renta penalizará a quienes pagan impuestos y motivarán a quienes no lo hacen a permanecer en la economía sumergida.
Por ello, el CES y otras instituciones críticas abogan por incrementar el impuesto al valor añadido en varios puntos, puesto que, según argumentan, esto repartiría de forma más igualitaria la carga y gravaría indirectamente a la economía sumergida a través del consumo.
La subida de impuestos también está atrayendo la atención sobre la eficiencia e integridad del propio Estado.
Una serie de laboratorios de ideas y empresas han instado al Estado a reducir sus gastos no esenciales.
Además, una subida de impuestos no puede reemplazar una reforma comprensiva de los servicios aduaneros y de impuestos de Ucrania y de la Oficina de Seguridad Económica, encargada de luchar contra la corrupción entre el funcionariado, aseguran también.
(Con información de EFE)
Fuente Infobae