El oeste de Ucrania se vio sorprendido por un episodio de violencia cuando un hombre armado se subió a un ómnibus, amenazó a todos los que allí estaban, unas 20 personas, y los tomó de rehenes.
La noticia fue confirmada por la Policía de Lutsk, una ciudad ubicada a 400 kilómetros de Kiev, capital del país. Allí las autoridades cerraron el centro e intentan negociar con el agresor, quien está armado y lleva explosivos, apuntaron las fuerzas de seguridad en un comunicado publicado en Facebook.
Según las primeras versiones, el hombre llamó a la Policía a las 9.25 (7.25 GMT) tras tomar el control del vehículo y se presentó como Maxim Bad, explicó el viceministro de Interior, Anton Gerashchenko. Asimismo, de acuerdo con el funcionario, en internet hay un libro firmado por una persona con ese mismo nombre y titulado Filosofía de un criminal, un texto que describe la experiencia de un hombre en prisión. «Durante 15 años han estado corrigiéndome, pero no me he corregido, al contrario, más que nunca me he convertido en quién soy», dice un extracto del libro.
Medios ucranianos reportaron que se pudieron escuchar disparos cerca del lugar del incidente. Sin embargo no hay información sobre heridos.
El presidente del país, Volodymyr Zelenskiy, dijo que está monitoreando la situación personalmente. «Se han escuchado disparos, el bus está dañado», afirmó en un comunicado y añadió que se estaban tomado medidas para resolver la situación sin víctimas.
Por su parte la agencia de noticias Unian informó que el vehículo tiene varias ventanas rotas y que el secuestrador manifestó su descontento con el «sistema» ucraniano y disparó contra los agentes de las fuerzas de seguridad.
Sobre el agresor
Identificado ahora por las autoridades como terrorista, su nombre real completo es Maxim Stepanovich Krivosh pero se hace llamar Maxim Bad, según publica la agencia Unian. Además señala que según la información oficial su residencia está registrada en la ciudad de Dubno, ciudad del noroeste del país. Y que había estado en la cárcel.
«A menudo visitaba Lutsk, tiene muchos conocidos aquí, e incluso después de salir de la prisión estuvo en el campo de visión de la policía. Según las personas que lo identificaron, el hombre daba la impresión de una persona adecuada, aunque extraña. A menudo cambiaba los números de teléfono y hablaba poco sobre sí mismo «, dice el medio.
AP y DPA/La Nación