El emirato sede de la Copa fue denunciado por violaciones de los derechos humanos y la explotación de los inmigrantes aunque el Gobierno qatarí rechazó las acusaciones y adujo reformas «a favor» de los trabajadores extranjeros.
En tanto los informes sobre la discriminación de los homosexuales también causó rechazo ya que en Qatar, la homosexualidad está prohibida por ley y se castiga con hasta siete años de prisión.
Sin embargo, según el emir, Tamim bin Hamad al Zani, todos los invitados «serán bienvenidos en la Copa del Mundo, independientemente de su orientación sexual».
Fuente: Telam