Otros dos milicianos de Yihad Islámica y cinco civiles murieron en el ataque en Rafah, lo que elevó a 31 el número de palestinos muertos, entre los que había seis niños y cuatro mujeres, y más de 250 heridos desde el inicio de la ofensiva, este viernes.
El brazo armado de Yihad Islámica, las Brigadas Al Quds, declaró haber lanzado cohetes hacia Jerusalén, poco después de que retumbaran sirenas cerca de la ciudad.
Más temprano dijo que había disparado otra «gran andanada» de cohetes hacia las ciudades israelíes de Tel Aviv, Ashkelon, Ashdod y Sderot.
La mayoría fueron interceptados por el escudo antimisiles de Israel, dijo el Ejército, y dos personas resultaron levemente heridas por la metralla, según los servicios de emergencia.
El Ejército israelí afirmó el sábado que se preparaba «para una operación de una semana». «Actualmente no hay negociaciones con vistas a un alto el fuego», señaló un portavoz militar, y el primer ministro israelí, Yair Lapid, dijo que la operación continuará «mientras sea necesario».
Esta nueva escalada ya privó al pequeño enclave y a sus 2,3 millones de habitantes de su única central eléctrica, que tuvo que cerrar por falta de combustible, debido al bloqueo de las entradas del enclave por Israel desde el martes.
La Franja de Gaza es uno de los dos territorios palestinos. El otro, Cisjordania, está controlado por el movimiento laico Al Fatah del presidente palestino Mahmud Abbas y separado de la franja por el territorio de Israel.
Israel ocupa y coloniza Cisjordania y Jerusalén este desde 1967. La comunidad internacional lo considera ilegal.
Los palestinos aspiran a fundar un Estado en Cisjordania y Gaza con capital en Jerusalén este, la parte de mayoría palestina de la ciudad sagrada.
Fuente. Teñlam