Un hecho estremecedor sacudió la mañana del lunes en el XX Distrito de París, cuando un recién nacido murió tras ser arrojado desde la ventana de un hotel. Según informó el medio local Le Parisien, la presunta responsable es una mujer de 18 años, de nacionalidad estadounidense, quien habría dado a luz momentos antes de cometer el acto. La tragedia ocurrió en un hotel de la cadena Ibis Styles, ubicado en la Rue des Réglises, y ha generado conmoción tanto en Francia como a nivel internacional.
La Fiscalía de París confirmó que se ha abierto una investigación por “homicidio de un menor de 15 años”. La Brigada de Protección de Menores (BPM) de la Policía Judicial de París se encuentra a cargo del caso, mientras que un magistrado también se desplazó al lugar para supervisar las primeras diligencias. Según las fuentes citadas por Le Parisien, las circunstancias exactas del suceso aún están siendo esclarecidas, aunque se barajan varias hipótesis, entre ellas la posibilidad de un “denegación del embarazo” por parte de la madre.
El suceso ha generado una ola de conmoción y debate en Francia. Aunque las autoridades no han ofrecido declaraciones adicionales, se espera que en los próximos días se realicen más interrogatorios y se analicen las pruebas recopiladas en el lugar de los hechos.
Por el momento, la mujer estadounidense permanece bajo custodia mientras se recupera de la intervención médica posterior al parto. Según Le Parisien, las autoridades están evaluando todas las posibles explicaciones, incluidas las condiciones psicológicas de la madre y las circunstancias que rodearon el viaje del grupo al que pertenecía.
El caso ha traído a la memoria otros incidentes trágicos relacionados con recién nacidos y madres en situaciones extremas. En 2024, una mujer alemana fue condenada por homicidio tras arrojar a su bebé desde la ventana de su apartamento. Durante el juicio, la acusada alegó no haber sido consciente de su embarazo y afirmó que el acto fue un accidente. Sin embargo, la fiscalía argumentó que la mujer había actuado deliberadamente para evitar que la maternidad interfiriera con su carrera profesional. Finalmente, fue sentenciada a siete años y medio de prisión.
En el caso de París, las autoridades han señalado que la investigación sigue en curso y que se espera determinar con mayor precisión las motivaciones y circunstancias que llevaron a este trágico desenlace.
