El Aristeas-P, de 189 metros de eslora, obstruye el paso de los cargueros de gran porte que parten o arriban a la veintena de terminales portuarias privadas de la zona y «sólo pueden pasar los navíos de menor calado», informó Prefectura Naval.
El accidente afecta la operatoria en el puerto San Lorenzo, de donde sale un 39 por ciento de las exportaciones totales de cereales y soja del país, el 73 por ciento de sus subproductos y el 68 por ciento de los aceites.
«Se realizan tareas con dos potentes remolcadores que empujan la embarcación para sacarla del canal donde quedó encallada, pero hasta el momento no lograron hacerla zafar», explicó el prefecto Gabriel Lucarini.
Aunque las causas de la varadura están bajo investigación se presume que la baja cota del río, en su mínimo histórico debido a la escasez de lluvias, pudo contribuir al accidente.
La nave quedó atascada en forma perpendicular al sentido de navegación en el kilómetro 390 de la hidrovía, en las proximidades de la localidad de Arroyo Seco, a30 kilómetrosal sur de Rosario.
«No hay posibilidad de riesgo para las personas y es difícil que el barco se dañe porque el lecho del río es de arena. Lo más grave que puede suceder es que esta situación se prolongue y se profundicen los daños económicos y comerciales de los puertos de la hidrovía», dijo.
La situación provocó demoras en la operatoria portuaria, donde una veintena de buques cerealeros aguardan para zarpar.
Por precaución las cerealeras que operan en las terminales de Rosario restringieron el arribo de granos para evitar la saturación portuaria hasta tanto se libere el canal.