Las fuerzas tradicionales y pro europeas han logrado mantener el control mayoritario del Parlamento Europeo tras las elecciones realizadas en los 28 países de la Unión Europea (UE) entre el 23 y 26 de mayo, aunque tanto los históricos líderes, Partido Popular Europeo (EPP) y la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), perdieron escaños en referencia a los comicios de 2014 y ante el crecimiento de las distintas fuerzas euroescépticas.
Los comicios estuvieron marcados por el contexto del ascenso de la ultraderecha en todo el continente pero especialmente en Francia e Italia, donde fueron las fuerzas más votadas, así como también por las difíciles negociaciones para la salida del Reino Unido de la UE, el denominado «Brexit». En consecuencia, la participación se ubicaba en el 50,93%, casi diez puntos por encima de la registrada en 2014.
Los británicos incluso votaron en estas elecciones, a pesar de que seguramente sea la última vez luego de que se concrete la salida (¿será el 31 de octubre?), y previsiblemente el partido bautizado Brexit fue el más votado en ese país, logrando 29 escaños.
A nivel europeo el EPP, una fuerza de centro derecha y ligada a la democracia cristiana, fue el grupo de partidos más votado y lograba 180 bancas del total de 751 en la Eurocámara, de acuerdo a resultados preliminares. Se trata de una baja importante tras los 221 escaños logrados en las últimas elecciones de 2014.
La S&D, alianza socialdemócrata de centro izquierda, fue la segunda fuerza más votada con 146 bancas, contra las 191 que logró en 2014.
En tanto la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), liberales pro Europa entre los que se incluye el partido del presidente francés Emmanuel Macron, obtuvo el tercer lugar con 109 bancas, una importante suba ante las 67 de 2014.
Tradicionalmente el EPP y el S&D han contando juntos con la mayoría de las bancas (376 de las 751), controlando en coalición al Parlamento Europeo y la asignación de instituciones. Pero en el nuevo parlamento sólo llegan a los 326 escaños, lo que inaugura una era de alianzas más amplias que podrían incluir a ALDE y a otras fuerzas
El cuarto lugar en las elecciones legislativas fue para el grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea (Greens/EFA), ecologistas de centroizquierda y también pro europeos, que alcanzaron las 69 bancas contra las 50 de 2014.
Los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), una fuerza nacionalista de centroderecha, obtuvieron el quinto lugar con 59 bancas. Se trata del mejor desempeño entre los grupos euroescépticos, es decir que critican en mayor o menor medida la existencia de la UE, aunque con una baja ante las 70 obtenidas en 2014. El ECR es, además, el más moderado en sus críticas al bloque europeo.
Los también euroescépticos pero más radicales grupos Europa de las Naciones y las Libertades (ENF) y Europa de la Libertad y de la Democracia Directa (EFDD) obtuvieron 58 y 54 bancas respectivamente, un importante aumento ya que el primero no participó de las elecciones de 2014 y el segundo obtuvo en ese entonces 48 escaños.
El Grupo Confederal de la izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL) logró apenas 39 bancas, por debajo de su desempeño de 2014. Se trata de una fuerza de izquierda y euroescéptica moderada.
También hubo espacio para el Partido Brexit, formado para estas elecciones y que fue el más votado en el Reino Unido, logrando 29 bancas en la Eurocámara, sin estar alineado a ningún grupo europeo. En tanto 8 escaños fueron para otros candidatos independientes.
Infobae