Con la elevación de las vías del Ferrocarril Mitre, la Ciudad ganó nuevos terrenos para el desarrollo urbanístico. El empresario textil de nacionalidad surcoreana Sang Hak Choe fue quien se quedó con la concesión de una de las zonas más interesantes desde el punto de vista geográfico, tras la aprobación de la propuesta de parte de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).
El corredor, que se extiende a lo largo de 4 kilómetros, tendrá nuevos paseos peatonales, espacios verdes, circuitos aeróbicos, locales comerciales, una oferta gastronómica, juegos infantiles, entretenimiento y distintos servicios.
Tras la adjudicación, Choe pagará un equivalente de $1.140.840.885 en un total de 30 años por un área que comprende 50 mil metros cuadrados. Según indicaron fuentes del gobierno porteño a Infobae, de los cuatro oferentes que se presentaron a la licitación, el inversor asiático fue el interesado que más dinero puso a disposición para el proyecto.
Si bien tendrá dos años de gracia antes de realizar cualquier inversión, el empresario se comprometió a desembolsar unos 50 millones de dólares en un plazo de 30 meses, indicaron los informantes.
Los nuevos terrenos se dividieron en tres sectores: Hipódromo, que va desde avenida Dorrego a Olleros; Clubes, que se extiende a Juramento; y Barrio Chino, que alcanza a la avenida Congreso. Serán destinados en un 50% para uso público y un 50% para uso privado, que será explotado a partir de una UTE en conjunto con empresarios argentinos.
La comisión evaluadora de la licitación fijó que el pliego sea distribuido de la siguiente manera: 50% de inversión, 30% para el proyecto y 15% de canon. El precio base para este último concepto -que está fijado en UVA actualizables- es de $950 millones; es decir, un aproximado de 31 millones de pesos por año.
Además, el pliego agrega la figura del canon contingente: sobre el total facturado en el año calendario, el Estado nacional fijará que el 8% de esa facturación no exceda el valor pagado como canon. De excederlo, el concesionario pagará la diferencia, indicaron en un comunicado oficial. La intención de este punto es que el Estado Nacional, como dueño de la tierra, no sufra desactualizaciones de hecho en las ganancias percibidas por el uso de sus terrenos.
Un cambio en la fisonomía barrial
Cada sector tendrá sus particularidades e innovaciones urbanísticas. El corredor “Barrio Chino” dispondrá de una calle peatonal central y a los lados se desarrollarán los locales comerciales y de servicios. Además, contará con un gran muro verde donde se destacarán las flores -dama de noche, uña de gato, campanillas-, un paseo aromático con madreselvas y diferentes variedades de jazmines. Habrá un mural de un dragón, figura tradicional china, que contará con la participación de vecinos.
La zona “Clubes” tendrá una fuerte impronta en el deporte, y contará con estaciones de ejercicios, locales con techos verdes, áreas de estacionamiento, generadores de energía solar y eólica para alimentar la traza y un paseo integrado por vegetación para atraer colibríes.
Por último, en el sector de “Hipódromo”, el perfil de esta área estimulará la relajación a través de la naturaleza: contará con un boulevard de lapachos, jacarandaes y palos borrachos y una huerta comunitaria que se integrarán a locales comerciales y de servicios. También habrá un deck de madera con vista al Hipódromo de la Ciudad.
Participación vecinal
Con los cuatro anteproyectos presentados, en julio una comisión de asesoramiento técnica integrada por técnicos y funcionarios comenzó el análisis de las propuestas según criterios de evaluación en lo urbanístico, teniendo en cuenta las sugerencias de las reuniones participativas con vecinos. La propuesta ganadora se obtuvo luego de que se hicieran estas rondas consultivas, a las que asistieron unas 900 personas que forman parte de los vecindarios afectados.
El proyecto fue impulsado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad, en conjunto con el área de Participación Ciudadana, el Ministerio de Transporte de la Nación y la AABE.