La sorpresiva cancelación del viaje del presidente Mauricio Macri a Rosario para participar del acto por el Día de la Bandera por razones de seguridad, generó un cortocircuito entre funcionarios del Gobierno Nacional y la provincia de Santa Fe, desde donde cuestionaron la decisión.
El ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, sostuvo este miércoles tras asistir al acto que «la seguridad estaba garantizada», en alusión a las razones que esgrimió el mandatario para ausentarse a la celebración.
«Estaba garantizada la seguridad del presidente y de las personas que fuesen a asistir a este acto», aseguró Pullaro desde el Monumento a la Bandera. Y agregó que la cancelación de su visita «pasa por otro lado».
Esta miércoles, mientras se desarrollaba el acto, un hombre que se encontraba en un palco subió al escenario principal portando un cuchillo en una de sus manos y diciendo incoherencias. Le habló prepotentemente al conductor del evento, le preguntó por la ausencia de Macri y tras resistirse unos minutos fue reducido en el piso y detenido por seis efectivos de seguridad.
«Se trata de una persona que interfirió en el acto, decía que nos venía a salvar y afirmaba ser hijo de Evita (por Eva Perón), amenazaba, pero no desenvainó el cuchillo», dijo un efectivo de la Guardia Urbana Municipal.
Según consignó el diario local La Capital, el agente policial que participó del operativo explicó que el sujeto «llegó con el desfile» y que el ataque ocurrió porque «nos confiamos de que en el acto cívico no iba a pasar esto».
Mauricio Macri suspendió su viaje a Rosario programado para hoy miércoles para encabezar el acto por «cuestiones de seguridad» ya que tenían información de que «grupos violentos» que intentarían opacar el evento.
En un comunicado difundido el martes, el ministro del Interior Rogelio Frigerio explicó las razones que llevaron al presidente a cancelar su visita: «Con motivo de haber recibido notificaciones de los responsables de la seguridad presidencial y del gobierno de la Provincia de Santa Fe donde se indicaba que se debía reforzar las medidas de seguridad para evitar la posibilidad de que se generen disturbios en las calles de Rosario de organizaciones políticas, se suspenderá mañana la asistencia del Presidente a esa Ciudad para la celebración del Día de la Bandera».
Sin embargo, el ministro Pullaro indicó este miércoles que en los últimos tres días se había trabajado con las fuerzas federales y la Casa Militar, organismo encargado de la custodia directa del jefe del Estado, y que había coincidencias en que no había riesgos para la integridad física de Macri y de sus funcionarios.
«Habíamos trabajado en un operativo similar al del año pasado y por supuesto que estaba garantizada. Nosotros teníamos zonas delimitadas en los diferentes anillos planificados, como trabajamos habitualmente cuando viene el presidente a la provincia. En ningún momento se planteó el tema seguridad», afirmó el funcionario.
Para el acto, se había instalado un vallado alrededor del monumento para que el público no pudiera acercarse demasiado al mandatario. Con la confirmación de que no asistiría, ese vallado se quitó, ya que «el operativo cambió radicalmente», explicó Pullaro.
El gobernador de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz, también se refirió esta mañana a la ausencia de Macri en el Rosario y abogó por «volver a tener actos en los que las autoridades puedan estar con la gente».
«Son los tiempos que vivimos: la grieta se manifiesta en todos los escenarios. Son las cosas que tenemos que superar en la Argentina, para poder volver a tener actos en los que las autoridades puedan estar con la gente y que eso no implique posibilidades de agresión, o insultos», expresó.
«Lamentablemente, estas cosas ocurren y creo que fueron las cosas que se valoraron (para que Macri suspendiera el viaje a Santa Fe)», consideró Lifschitz en declaraciones a radio Mitre.
El gobernador explicó que «fue de común acuerdo (entre el gobierno provincial y el nacional) priorizar el festejo ciudadano» porque, «de última, el acto político no era lo más importante».
Por su parte, la intendenta de la ciudad Mónica Fein lamentó su ausencia: «Genera desilusión que no venga el Presidente».
En un reportaje con Luis Novaresio, en radio La Red, la intendente reconoció que hubo una superposición de elementos, entre ellos «algunas convocatorias para marcar el descontento» con el Presidente y sus políticas, que llevaron a tomar esta decisión.