Este viernes, un móvil del Comando de Patrullas de La Matanza de la Policía Bonaerense llegó a la esquina de Arana y Aconcagua en Don Bosco, jurisdicción de La Matanza, para encontrarse con una escena grotesca tras un llamado de un vecino al 911: en la vereda yacían los cuerpos de Luis Ranzini, 53 años y su ex pareja, Eftifia Negris, 44, empleada de una empresa de equipos de telefonía.
Ambos yacían muertos en el piso, Eftifia en la vereda a metros de su departamento, Ranzini en la calle. La mujer tenía un tiro en el pecho. El hombre, un tiro en la sien. A pocos metros se encontró un revolver Ranger calibre 38 especial. Minutos después, una médica convocada al lugar confirmaba el fallecimiento del hombre.
Eftifia, sin embargo, seguía con vida.
Para la Justicia, con la UFI de Homicidios de la jurisdicción a cargo del fiscal Marcos Borghi, se trata de un intento de femicidio seguido de suicidio. Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, existe una historia previa de violencia.
Según relató una vecina a los efectivos, Ranzini y Eftifia se habían separado hace diez años tras compartir el domicilio en la calle Arana. Sin embargo, el hombre la acosaba de manera constante. La mujer incluso habría radicado varias denuncias por violencia de género.
Así, Eftifia fue trasladada a la clínica San Juan de Dios, donde está siendo operada, en condición estable. El fiscal Borghi se encuentra en la escena del hecho. Lo que pueda declarar la víctima será clave, así como su entorno.
Mientras tanto, las cifras crecen en torno a la violencia de género. Casi la mitad de los crímenes violentos cometidos entre enero y febrero de este año ocurrieron en la provincia de Buenos Aires, con 19 casos: el 29 por ciento de mujeres víctimas de ese delito había denunciado a su agresor con anterioridad, de acuerdod a un relevamiento del Observatorio Nacional MuMaLá.
El Registro Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios, Lesbicidios y otras muertes violentas de esa organización contó 47 femicidios y travesticidios a nivel nacional, un promedio de uno cada 30 horas. 55 niños, niñas y adolescentes quedaron huérfanas de su madre.
Además, el 17 por ciento de los femicidios fue cometido por personas de las fuerzas de seguridad, militares o penitenciarios, activos o retirados y en el 37 de los ataques se emplearon armas de fuego. El 19 por ciento contaba con una orden de restricción de contacto o perimetral y que cuatro por ciento tenía un botón antipánico.