El Ministerio de Salud de la Nación informó que hubo un aumento de casos de dengue en el país y por este motivo advirtieron sobre la necesidad de incrementar las medidas de prevención. Estas condiciones de aumento se originaron en las últimas semanas por la llegada del fenómeno climático de El Niño y las altas temperaturas.
En el país, distintas zonas como Misiones, Chaco, Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe han registrado casos y en algunos distritos ya están en «emergencia epidemiológica».
El infectólogo Eduardo López (MP. 37.586) habló con Cadena 3 y explicó que Argentina tuvo dengue muy alto en el 2020, pero que la información se relegó a un segundo lugar por la pandemia. En 2023, el país tuvo más de 130.000 casos y hubo zonas donde la enfermedad apareció antes.
«En Buenos Aires aparecieron casos autóctonos mucho antes de lo previsto. El dengue se ha urbanizado porque apareció en grandes ciudades y eso garantiza que tendremos un brote importante. Hay una vacuna que tiene una eficacia del 64%. Para casos graves como internaciones, la vacuna supera el 80% de eficacia», detalló el doctor.
Dijo que las dosis se dan con tres meses de intervalo. «Si hoy nos ponemos la primera dosis, el efecto empieza a partir de la segunda. Entonces, quienes se vacunen por primera vez deben seguir tomando medidas de prevención». Actualmente, la vacuna tiene un costo de $50.000 y en sistemas prepagos se hace un descuento.
«El grupo prioritario es quien ya tuvo dengue, porque si llegan a tener dengue por otro serotipo, la persona afectada tiene mucho mayor riesgo de padecer un dengue grave», advirtió el infectólogo.
Y añadió: «La vacuna estuvo disponible desde noviembre y siempre llegamos tarde para la aplicación. No digo que salgamos a vacunar a todo el mundo porque hay medidas de prevención, pero hay que intensificarlas. Una medida es el descacharreo. El dengue no está en las zonas subtropicales, como era antes».
Respecto a los síntomas y su similitud con los del coronavirus, López explicó que cuando uno contrae dengue los dolores son mucho más intensos. «A veces aparecen sarpullidos, pero el paciente no tiene tos ni resfrío».
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