Como una suerte de homenaje a Graciela Bevacqua, hoy directora técnica del Indec, que fue perseguida por Guillermo Moreno y desplazada de su cargo el 29 de enero de 2007, hace exactamente nueve años, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) eligió esta fecha para presentar, una vez más, el precio de la canasta básica, por debajo de la cual una familia tipo constituida por dos adultos de 35 años con dos hijos menores caería en la pobreza.
En próximos encuentros de paritarias, sin estadísticas oficiales, una base de cálculo se hace indsipensable, según dicen en ATE, que considera que la inflación durante 2015 fue del 28,2 por ciento. La próxima discusión salarial ya se está recalentando con laexigencia docente de llegar al 50% del sueldo inicial mientras que el Gobierno no quiere superar el 25% de aumento para este año.
Con una inflación todavía sin controlar y que amenaza con seguir su propio curso, sobre todo después del fuerte aumento que sufrirán los usuarios en sus facturas de electricidad, las consultoras privadas estiman que no es irracional llegar este año a una escalada del 35%, pero que hay que analizar también el impacto de las medidas de alivio, como la modificación del impuesto a las ganancias, además de las inversiones que podrían llegar a la Argentina.
En este marco, la junta interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE)-Indec, presentó una trabajo elaborado por su Comisión Técnica llamada «Canasta de Ingresos Mínimos».
El resultado para un hogar constituido por una pareja con dos hijos menores es de 15.677,40 pesos a diciembre de 2015. Este valor se compone de $ 5008 (canasta alimentaria mínima) y $ 10.669 (otros bienes y consumos mínimos, incluyendo un alquiler). Significa un aumento del 28,2 por ciento con respecto al mismo cálculo para diciembre de 2014.
Para ATE, no se trata de una canasta óptima, o deseable, sino mínima pero «ningún trabajador debería ganar, de bolsillo, menos de 15.677 pesos», afirman desde la entidad.
«Este cálculo que hacemos lo llevamos adelante como un aporte que puede hacer cualquier trabajador en el ámbito de su actividad», señaló Raúl Llaneza, delegado general de ATE-Indec. «Somos trabajadores de la estadística. Como trabajadores comprometidos con lo que hacemos es necesario que mostremos, como lo venimos haciendo desde hace 4 años, cuál debería ser el piso salarial de todos los trabajadores».
Adela Salzman, miembro de la junta interna de ATE-Indec dijo que «siempre entendimos que en función de que no había estadísticas, era imprescindible que los trabajadores tuvieran algún número para sentarse a discutir sus paritarias. Las condiciones para hacer un número desde el Indec no están dadas».
El calculo se hizo teniendo en cuenta la evolución de los precios del instituto de estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, de San Luis y de Neuquén. Según los trabajadores de ATE, son los tres institutos que hacen las estadísticas de la manera correcta.
En estado de alerta
Hugo «Cachorro» Godoy, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) , alertó hoy además durante la presentación en la calle Belgrano 2527 sobre los despidos en el Estado.
«Estamos en un momento de transición, de cambio de gobierno, que tiene claroscuros. Hay aspectos positivos que nos permiten empezar a discutir la reinstalación de compañeros y compañeras que fueron despedidos por parte de la intervención». Se trata de unas 50 personas que quieren ser reincorporadas», expresó.
El 5 de febrero desde ATE harán un nuevo «abrazo» al Indec para recordar el día, hace 9 años, en que se publicó el primer índice falseado de la gestión liderada por Guillermo Moreno. Godoy hizo un pedido a que «se retire la patota que respaldó a una intervención violenta y agresiva que provocó el hostigamiento a los trabajadores».
Paula Urien/LA NACION