Una familia santiagueña necesitó $28.723 para no caer en la línea de pobreza

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La licenciada Paola Griggio, directora del ISEPCI, afirmó que una familia santiagueña (compuesta por dos adultos y dos niños) para no caer en la indigencia necesitó, en junio, $11. 443. El dato surgió del Índice Barrial de Precios.

A la vez precisó que en los últimos doce meses la Canasta Básica de Alimentos (CBA) se incrementó 64.27%, superando ampliamente los aumentos de los salarios, jubilaciones y
asignaciones sociales.

También señaló que la misma familia necesitó en junio $28.723,73 ($1534 más que en mayo) para solventar su Canasta Básica Total (CBT) y no caer por debajo de la línea de pobreza. En el último año la CBT se incrementó 64,92%.

Entre los alimentos que más aumentaron desde junio de 2018 se encuentran los
lácteos: queso cremoso (120%), leche (112%), carne picada (90%), el pollo (84,62%),
yogurt (83,33%). Le siguen el tomate (80%) arroz (67%), fideos (67%).

El director nacional del ISEPCI, Isaac Rudnik, sostiene que con el dólar estable, las tasas
de interés y el riesgo país en baja, la inflación no cede. Según el INDEC entre abril del
año 2018 y abril de este año (último dato publicado) el incremento promedio de los
salarios fue del 36,7%, mientras que la Canasta de Alimentos aumentó 56.91%, y
algunos productos esenciales como los lácteos subieron por encima del 100%.

Para Juan Fresno, responsable del IBP nacional, hay que tener en cuenta que si el
instituto oficial estimó un aumento interanual del 61% entre mayo 2018 y el mismo
mes de este año para los precios mayoristas de los alimentos, es de prever que en los
próximos meses estos incrementos se trasladarán directamente a los almacenes,
carnicerías y verdulerías de los barrios.

Más allá de las variaciones en los aumentos sean más pronunciados que en otros, no
hay una perspectiva de que la inflación ceda sustancialmente, y mucho menos que los
incrementos de salarios, jubilaciones y asignaciones sociales los equiparen. Por el
contrario, la posibilidad más cierta es que la pérdida del poder adquisitivo de estas
remuneraciones se vaya profundizando con el correr de los meses.

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