En la última ronda, Gray arrancó los aplausos del público cuando habló de su trabajo en los barrios más pobres de Manila.
Tras su victoria contó que quería seguir trabajando en Filipinas con una organización que promueve la educación sobre el VIH y el sida.
«Hace unos años perdí a un amigo íntimo por complicaciones relacionadas con el VIH», dijo en una conferencia de prensa.
La hermosa mujer, que estudia musicología, superó a más de 90 competidoras de todo el mundo en la 67ª edición de este concurso, que se celebró en el recinto Impact Arena de la capital de Tailandia.
Durante la competencia, que fue retransmitida en directo en todo el mundo, las candidatas respondieron preguntas sobre la libertad de prensa, la legislación sobre la marihuana, los refugiados o el movimiento #MeToo.
Este año el evento fue bien recibido por abordar temas como la inclusión y por un jurado formado solo por mujeres, incluyendo empresarias y antiguas Miss Universo.