La empresa alemana Puma cerró la mitad de sus sucursales en China como consecuencia de la expansión del coronavirus.
La firma informó que la crisis sanitaria impactó de forma considerable a su negocio en China y en otros mercados asiáticos, debido a las restricciones impuestas por las autoridades para contener el avance del virus.
El consejero delegado de Puma, Bjorn Gulden, dijo que «dada la actual incertidumbre en torno al virus es, por supuesto, imposible predecir su impacto en el negocio».
«Haremos todo lo que podamos a corto plazo para minimizar el daño, y seguimos siendo positivos a largo plazo con respecto a la industria y Puma», agregó.
La compañía de ropa y calzado deportivo registró en 2019, sólo en Asia-Pacífico, un alza de 26% en su beneficio neto respecto del año anterior, y espera normalizar en el corto plazo la situación actual en que sus sucursales en China están sufriendo el impacto del virus.
En cambio, las automotrices General Motors y Fiat Chrysler retomaron su actividad en el país asiático y reabrieron sus establecimientos fabriles.
Desde GM afirmaron que «se inició la recuperación de la producción, parte de un proceso de dos semanas que abarca a sus 15 plantas», informó la agencia ANSA.
Los Andes