Letizia Ortiz y Máxima Zorriegueta son dos mujeres profesionales, que no provenían de la aristocracia europea, y acabaron siendo reinas. Una de España y otra de Holanda.
A las dos, llamativamente, se les murieron las hermanas pequeñas. Ambas hermanas se quitaron la vida, aún cuando cualquiera pueda pensar que una familiar reina es lo mejor que le puede pasar a la parentela.
Un 7 de febrero de 2007, la noticia de la muerte de Érika Ortiz copó los titulares de la prensa tanto nacional como internacional. El cuerpo de la hermana de de la reina había sido hallado sin vida en un departamento de Vicálvaro, el mismo en el que había estado viviendo la ahora Reina antes de su compromiso con Don Felipe.
Érika, muy parecida físicamente a su hermana, tenía apenas 31 años. Inés, la hermana de Máxima, apenas 33.
Máxima canceló hoy su agenda para los próximos días, incluida su visita de Estado a los países bálticos prevista del 11 al 15 de junio
En cuanto a las visitas de Estado previstas para la próxima semana, del 11 al 15 de junio, a Letonia, Estonia y Lituania, solo acudirá el rey Guillermo Alejandro, sin la compañía de Máxima.
En otro comunicado, la Casa Real holandesa confirmó hoy el fallecimiento Inés Zorreguieta y aseguró que la reina Máxima está «muy conmocionada y muy triste» por la pérdida de su hermana.
Aún no hay fecha pública para el funeral, ni tampoco se sabe si Máxima viajará a Argentina para asistir al funeral, o cuándo lo hará.
En agosto del año pasado, los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima, así como sus hijas, las princesas Catalina Amalia, Alejandra y Ariadna, asistieron al funeral de Jorge Zorreguieta, padre de la reina consorte de los Países Bajos, que falleció a los 89 años.
Los Andes
